Bush presionó a China para que aumente las libertades

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, presionó este domingo a su homólogo de China, Hu Jintao, para que continúe "su histórica reforma" en pos de aumentar las libertades sociales. Además lo instó a poner freno al abultado superávit comercial chino y a que lleve adelante una reforma cambiaria.

Sin embargo, hubo pocos signos que indiquen que China haya ofrecido grandes concesiones tras la reunión de ambos mandatarios en la Plaza de Tiananmen, pese a que Hu expresó su disposición de cooperar más en lo cambiario y en lo comercial.

Después que Hu reiterara en su declaración ante la prensa sin preguntas, el compromiso de China con la democratización de características nacionales, Bush dijo en tono suave que "la libertad social, política y religiosa en China es importante".

"Animamos a China a seguir su histórica reforma", se limitó a afirmar Bush, a quien la organización Human Rights Watch (HRW) pidió que intercediera a favor de los derechos humanos.

Evitando revelar excesivas diferencias y resaltar logros, lo que no sucedió cuando Bush puso en la ciudad nipona de Kioto de ejemplo democrático para China a Japón y Taiwán, Hu dijo que ambos desean "unir sus manos" hacia un comercio equilibrado y dialogado.

Según Hu, los chinos "gozan de todas las formas de democracia (elección, decisión, gestión y libertad de acuerdo a la ley".

Hu dijo a Bush que su país "hará todos los esfuerzos para lograr la reunificación pacífica de Taiwán" y le pidió que se oponga a la independencia de la isla "en bien de la estabilidad".

Pero Bush no recogió el guante y le pidió la apertura del mercado chino a los servicios estadounidenses.

Algo positivo desde el punto de vista comercial fue que China comprará 70 aviones tipo 737 de Boeing en un acuerdo valorado en unos 4.000 millones de dólares.

El déficit comercial de Estados Unidos con China, criticado por legisladores del país norteamericano, podría llegar a 200.000 millones de dólares este año.

Hu dijo que tanto él como Bush expresaron su disposición a "juntar las manos" para lograr un comercio más equitativo y Hu dijo que China irá adelante con una reforma de su moneda, el yuan.

El líder chino, quien aceptó una invitación para visitar Washington el próximo año, también se mostró abierto a cooperar en el combate a la piratería de bienes estadounidenses como música y películas, que cuesta a los productores miles de millones de dólares en pérdidas cada año.

Las industrias de Estados Unidos reclaman a China medidas contra las copias de software, música y libros, además de mayor apreciación del yuan pues consideran insuficiente el 2,1 por ciento del pasado julio.

"Dios bendiga a los cristianos de China"

Antes de reunirse con su homólogo chino, Bush había acudido a primera hora a un servicio religioso protestante en una iglesia de 1922 reconstruida con la aprobación oficial en 2004.

En la iglesia de Gangwashi, uno de los cinco templos protestantes reconocidos oficialmente, Bush y su esposa, Laura, rezaron y cantaron con unos 700 fieles chinos y el presidente del Consejo Cristiano de Pekín, Yu Xinli. Además el pastor Du Fengying, les ofreció una Biblia bilingüe en chino e inglés.

"Que Dios bendiga a los cristianos de China", escribió Bush en el libro de visitas de la iglesia. Su esposa, Laura, agregó: "Con amor y respeto".

Dirigentes estadounidenses expresaron descontento cuando un tribunal chino recientemente condenó a un ministro protestante, a su esposa y a su hermano a prisión, por hasta tres años, por imprimir ilegalmente biblias y otras publicaciones cristianas.

"Mi deseo es que el Gobierno de China no tema ante los cristianos que quieran expresarse abiertamente", dijo Bush a los periodistas.

China tiene alrededor de 80 millones de cristianos y permite practicar la religión en iglesias oficialmente reconocidas. Pero decenas de millones asisten a templos alternativos, que la autoridad estatal se niega a aceptar. (Agencias)