Kevin Byrnes, un oficial de cuatro estrellas, la máxima graduación del Ejército, dejó su comando por una investigación cuyo tenor aún no es develado.
El Ejército de Estados Unidos confirmó este martes que el general de cuatro estrellas Kevin Byrnes fue relevado de su comando por cuestiones relacionadas con su "conducta personal".
Byrnes dejará de ejercer sus funciones como responsable del Mando de Entrenamiento y Doctrina del Ejército por orden del responsable de Personal del Ejército, el general Peter Schoomaker, según un breve comunicado difundido por el Pentágono.
Esta medida, muy poco habitual en el alto mando, responde a una investigación todavía en marcha cuyos resultados concretos no han sido revelados por el Departamento de Defensa, que tampoco explicó desde cuándo el oficial estaba siendo indagado.
Sin embargo, un portavoz del Pentágono explicó que la decisión está relacionada con la "conducta personal" del general de cuatro estrellas, el más alto rango entre los generales estadounidenses.
El portavoz explicó que el Ejército mantiene la política de no dar información sobre acusaciones relacionadas con una investigación sobre un oficial.
Kevin Byrnes fue nombrado en noviembre de 2002 responsable del Mando de Entrenamiento y Doctrina del Ejército, cargo desde el que supervisaba todos los programas de entrenamiento y el desarrollo de directrices de combate.
Su puesto será ocupado, de forma provisional, por el hasta ahora "número dos" en ese cargo, el teniente general Anthony Jones.
En abril pasado, el Pentágono anunció que el también teniente general William Wallace había sido nominado para ascender al grado de general de cuatro estrellas y para suceder a Byrnes, pero su nombramiento aún no ha sido confirmado por el Senado. (EFE)
