El cuestionado saliente premier está dispuesto a no optar a seguir en el cargo, si así lo decide su partido, la chiíta Alianza Unida Iraquí.
El líder chiíta Ibrahim al Yafari, primer ministro saliente de Irak, se mostró dispuesto a renunciar a su candidatura para seguir como jefe del Ejecutivo, y dejó el tema en manos de la Alianza Unida Iraquí (AUI), el conglomerado confesional al que pertenece.
La decisión de Al Yafari fue anunciada por su "número dos" en el partido Al Dawa -uno de los principales en la AUI-, Yauad al Maleki.
Maleki dijo que el premier "ya no insiste en ser el candidato de la AUI para el puesto de primer ministro", lo que fue inmediatamente interpretado como una renuncia "de facto" para desbloquear la formación de un gabinete, cuatro meses después de las elecciones.
La candidatura de Al Yafari, que se logró tras arduas negociaciones en el seno de la AUI, fue rechazada tajantemente por partidos sunitas, kurdos y chiítas laicos, que lo acusan de practicar el sectarismo durante su mandato como primer ministro en el último año.
El aún jefe del Gobierno en funciones "tomó esta decisión para ayudar a encontrar una solución de la crisis (política) en la que vive el país", dijo Maleki.
El dirigente, quien "suena" como posible sucesor de Al Yafari para la jefatura de la próxima administración, no develó cuál puede ser ahora la opción de la AUI, "que tomará una decisión definitiva hoy (jueves) o mañana".
Por otro lado, Maleki dijo que aún persisten las diferencias acerca de quién será el próximo presidente del Parlamento, ya que la AUI aún tiene reservas respecto a la candidatura del líder del Partido Islámico (PI), el sunita Tarek al Hachemí.
Algunas fuentes aseguraron que Tarek al Hachemí ya no insiste en su candidatura para el puesto de presidente del Parlamento, y que los grupos políticos están de acuerdo ahora en el nombre del también sunita Adnan al Duleimi, líder del Frente del Consenso Nacional (FCN). (EFE)
