Prensa italiana afirma que captores de Sgrena eran leales a Husein
Fuentes de Medio Oriente señalaron que la libertad de la periodista se obtuvo tras el pago de un millón de dólares del rescate.
Fuentes de Medio Oriente señalaron que la libertad de la periodista se obtuvo tras el pago de un millón de dólares del rescate.
Los secuestradores de Giuliana Sgrena serían afines al depuesto régimen de Sadam Husein, y ahora, que están vinculados a la nueva criminalidad iraquí, habrían cobrado un rescate de un millón de dólares por liberar a la periodista, según versiones de prensa divulgadas en Italia.
Giulana Sgrena fue puesta en libertad el pasado viernes en las afueras de Bagdad, donde la recogieron miembros de los servicios secretos peninsulares, uno de los cuales -Nicola Calipari- murió poco después, al proteger a la reportera con su cuerpo del ataque que sufrió el vehículo en que se movilizaban, por parte de tropas de EE.UU.
Fuentes iraquíes consultadas por diversos medios de comunicación italianos coinciden en señalar que la dinámica y el desenlace del secuestro apuntan a grupos que se mueven en el entorno de la delincuencia común, y que tienen como principal objetivo de sus acciones el cobro de rescate.
Una de estas fuentes, el diputado cristiano Yonadam Kanna, secretario del Movimiento Democrático Asirio de Irak, precisó que se trata de antiguos seguidores de Sadam reciclados y que el rescate pagado por la liberación de la periodista fue de un millón de dólares.
Desde que se produjo la captura de Giuliana Sgrena, el pasado 4 de febrero, cobró relevancia esta hipótesis, por las coincidencias con el caso de las cooperantes Simona Pari y Simona Torretta, liberadas tras el pago de un rescate, también de un millón de dólares, aunque las autoridades nunca han reconocido oficialmente este hecho.
Tanto la prensa de Kuwait como los principales rotativos italianos documentaron entonces ese pago, con pruebas y testimonios concretos.
Las particulares circunstancias de la liberación de la reportera de Il Manifesto han dejado, no obstante, en un segundo plano el eventual pago de un rescate y se han centrado en la polémica suscitada por el tiroteo protagonizado por soldados norteamericanos.
Las declaraciones que hasta ahora han recogido los fiscales de Roma, quienes abrieron una investigación para esclarecer la muerte del agente secreto que acompañaba a Sgrena, señalan que el ataque por parte de las fuerzas estadounidenses fue injustificado.
Según fuentes relacionadas con el caso, tanto la periodista como otro agente herido afirmaron que el vehículo en el que viajaban iba a una velocidad moderada, sin que dieran lugar a equívocos o sospechas, al contrario de lo sostenido inicialmente por el mando norteamericano en Irak.
Los dos testigos subrayaron a los fiscales que no se trataba de ningún puesto de control, sino de una patrulla que disparó apenas los iluminó con un faro, sin que pudieran advertir la procedencia de los proyectiles.
En tanto, el ministro italiano de Justicia, Roberto Castelli, firmó las correspondientes rogatorias para conocer los nombres de los soldados estadounidenses que dispararon.
En una breve declaración al canal de televisión RAI-24 horas, Giuliana Sgrena dijo que vio como se les vino encima "una lluvia de fuego", y que entonces el agente Calipari se abalanzó sobre ella para protegerla, lo que le costó la vida. (EFE)