El primer ministro finalmente logró que el Parlamento aceptara su proyecto, cuyo anterior rechazo motivó las elecciones anticipadas de septiembre pasado.
El Senado de Japón dio luz verde a la privatización del servicio postal, defendida por el primer ministro, Junichiro Koizumi, con lo que aprobó la puesta en marcha de la más polémica de las reformas del jefe de Gobierno nipón.
La Cámara Baja del Parlamento ya había dado su visto bueno a la privatización del servicio de correos el pasado martes, gracias a la mayoría absoluta del Partido Liberal Demócrata (PLD) de Koizumi en el Legislativo.
Este viernes en la Cámara Alta, 134 senadores del PLD votaron a favor de la reforma, mientras 100 lo hicieron en contra. En total, participaron 234 senadores, ocho menos de los que componen el cuerpo.
El rechazo de esta reforma en el Senado el pasado 8 de agosto llevó a Koizumi a disolver la Cámara Baja y a convocar las elecciones del 11 de septiembre, en que venció el PLD con una abrumadora mayoría.
En la votación del martes en la Cámara Baja, 338 diputados apoyaron la reforma postal y 138 la rechazaron, la mayor parte pertenecientes al opositor Partido Democrático de Japón (PDJ).
Con el visto bueno obtenido en el Senado, Koizumi consiguió la aprobación de la reforma postal, objetivo principal de la convocatoria de la actual sesión extraordinaria del Legislativo, que concluirá el próximo 1 de noviembre.
Koizumi acudió a las votaciones del Senado con la seguridad de la victoria, pues el proceso electoral que culminó en los comicios del 11 de septiembre le permitió deshacerse de los elementos disidentes dentro del propio PLD que se opusieron en agosto a la reforma.
Los diputados y senadores discrepantes que no abandonaron el PLD tras la convocatoria de las elecciones, dieron esta semana su pleno apoyo a un Koizumi reforzado como nunca en el poder.
Además de remitir cartas y paquetes postales, el servicio de correos nipón es la mayor caja de ahorros del mundo, con tres billones de dólares en fondos.
Este servicio cuenta con 25.000 oficinas y más de 260.000 empleados, y es el mayor comprador de deuda pública del Estado, con cerca de 140 billones de yenes en bonos públicos (unos 1,26 billones de dólares).
Koizumi ha indicado que su intención es utilizar la privatización del servicio postal como un ariete para impulsar una reforma más amplia de la administración, liberándola de las cadenas burocráticas que aún atenazan a la gestión estatal en muchas provincias.
Una de las enmiendas retrasa el inicio del proceso de reforma hasta el 1 de octubre de 2007, seis meses más tarde de la fecha inicialmente prevista.
No obstante, la base de la reforma sigue intacta, con la meta de privatizar todas las operaciones financieras de ese servicio en 10 años, dividiéndolo en cuatro entidades privadas con cotización en Bolsa en esas fechas de 2007.
En cuanto a la caja de ahorros y sus negocios de seguros de vida deberán estar completamente privatizados para el 30 de septiembre de 2017. (EFE)
