Israel se vio sorprendido este martes al ver que sus incursiones en Líbano resultaron infructuosas, ya que la capacidad de fuego de Resistencia Islámica se mostró casi intacta.
Una treintena de cohetes katiushas disparados por la milicia Hizbulá impactaron en diferentes localidades del norte de Israel, la mayoría de ellos en Haifa, informaron fuentes policiales y de los bomberos.
Según las fuentes, al menos 16 de los cohetes cayeron en la zona de Haifa, cinco de ellos en Naharía, otros cinco en la de Mallot, al noroeste, y el resto en otras partes del norte de la Galilea.
Las fuentes informaron de la existencia de al menos un herido grave y siete leves, aunque los servicios de emergencia están teniendo problemas para localizar el lugar de las explosiones debido a la gran cantidad de cohetes disparados.
Horas antes, varias andanadas de cohetes aislados cayeron en las localidades de Safed, San Juan de Acre, Shafarm y Naharía, sin causar víctimas.
Pero el ataque de este martes sobre Haifa sorprendió a las fuerzas de seguridad israelíes por su cantidad, ya que esperaban que los bombardeos del sur del Líbano estas últimas 48 horas hubieran mermado la capacidad ofensiva de la guerrilla libanesa.
Igualmente, fuerzas terrestres israelíes han tomado algunas de las zonas desde las que la guerrilla chiíta disparaba sus misiles.
La edición electrónica del diario Haáretz informa de que la última oleada de cohetes ha causado severos daños en la parte baja de Haifa, ciudad que se extiende desde la cima del monte Carmelo hasta el mar.
Es en esa zona también se encuentra el sector industrial siderúrgico israelí y sus principales centros estratégicos petroquímicos. (EFE)
