El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, informó que su país inició la construcción de una valla de 30 kilómetros desde la ciudad costera de Eilat, en el Mar Rojo, hasta la histórica Timna, a lo largo de su frontera con Jordania.
"Continuaremos hasta los Altos del Golán, donde ya tenemos una valla fortificada", explicó el jefe del ejecutivo israelí en la reunión semanal de su gabinete de ministros, en la que advirtió de que Israel "no esperará".
"En la medida de lo posible, rodearemos las fronteras de Israel con verjas de seguridad y barreras que nos permitan controlar nuestras fronteras", apostilló, según un comunicado.
Además de la zona de los Altos del Golán, ocupados por Israel a Siria desde 1967, la frontera oeste de Jordania colinda con Cisjordania, cuyos límites están controlados por Israel desde la misma fecha, y con el país hebreo en su región más meridional.
Ahí es donde se ha iniciado la construcción de este proyecto, anunciado en junio pasado y defendido por las autoridades israelíes como "importante para la seguridad nacional".
Con anterioridad, Israel levantó vallas de seguridad en la frontera con Egipto y también en el norte, en la divisoria con Líbano y entre el territorio controlado por Israel y el controlado por Siria, además de la que rodea la Franja de Gaza.
Netanyahu aseguró que su país "no es indiferente a la tragedia humana de los refugiados de Siria y África" y destacó la ayuda médica que otorgan sus tropas a personas afectadas por el conflicto sirio en la región ocupada de los Altos del Golán.
Pero defendió que "Israel es un país pequeño, muy pequeño, que carece de profundidad demográfica y geográfica, por lo que debemos controlar nuestras fronteras contra los migrantes ilegales y el terrorismo".