El único detenido por la toma de una escuela por parte de un comando checheno en septiembre del 2004, que terminó en una matanza de la que incluso se responsabiliza al Gobierno ruso, calificó la sentencia de "cuento".
El Tribunal Supremo de Osetia del Norte condenó a cadena perpetua a Nurpashá Kuláyev, único terrorista superviviente del comando checheno que asaltó en septiembre del 2004 la escuela de Beslán, donde murieron 331 personas, entre ellas 186 niños.
Kuláyev, que mantiene su inocencia y calificó la sentencia de "cuento inventado", fue considerado culpable de terrorismo, asesinato, intento de asesinato de miembros de las fuerzas de seguridad y secuestro, entre otros cargos, informó la agencia oficial Itar-Tass.
Tras escucharse la sentencia, varios familiares de víctimas de la matanza se abalanzaron sobre el acusado, al que intentaron agredir.
La Fiscalía, que había pedido para el acusado la pena de muerte, objeto de una moratoria en Rusia desde 1996, anunció que no apelará la sentencia.
Mientras, el abogado del terrorista, recurrirá el fallo ante las instancias judiciales superiores, para lo que dispone de 10 días.
El juicio contra Kuláyev, de 24 años, comenzó el 17 de mayo del 2005 y había sido declarado culpable el pasado 16 de abril de asesinato, intento de asesinato, secuestro, tenencia y transporte ilegal de armas y pertenencia a banda armada.
La lectura de la sentencia se reanudó tras varios días de receso debido a los actos festivos con ocasión del fin del año escolar.
La organización "La Voz de Beslán", que agrupa a las madres y familiares de las víctimas, declaró recientemente que estaba en contra de la pena capital contra Kuláyev, al que consideran un "chivo expiatorio" de las autoridades.
El terrorista, que fue detenido pocos días después de la matanza, será internado en un centro penitenciario de máxima seguridad.
El 1 de septiembre de 2004, una treintena de terroristas, entre ellos Kuláyev, tomó por asalto la escuela número 1 de Beslán y se atrincheró allí con 1.127 rehenes, en su mayoría mujeres y escolares.
Dos días después, una explosión en el interior de la escuela -accidental, según la versión oficial rusa- desencadenó una confusa operación de rescate en la que murieron 331 rehenes, de ellos, 186 niños, tres socorristas y 10 agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).
Durante esa operación fueron aniquilados 31 de los 32 terroristas y resultaron heridos 728 rehenes y otras 55 personas entre policías, agentes del FSB y funcionarios de otro cuerpos de seguridad. (EFE)
