Por primera vez en su pontificado, Juan Pablo II no presidió la tradicional misa que recuerda la llegada de Jesucristo a Jerusalén.
El Papa Juan Pablo II se asomó este domingo a la ventana de su estudio del Palacio apostólico del Vaticano para bendecir a los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, con motivo del Domingo de Ramos.
Con una palma en la mano, el anciano Pontífice, de casi 85 años, permaneció asomado durante unos momentos, mientras saludaba y bendecía en silencio a los congregados, que le recibieron con aplausos y vítores.
Su aparición pública tuvo lugar al término del Angelus tras la tradicional misa del Domingo de Ramos, que por primera vez en el actual pontificado no fue presidida por el Papa sino por el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini. (EFE)
