El vocero del Pontífice sostuvo que, aunque serán los médicos quienes decidan, probablemente Juan Pablo II estará en casa para los ritos que conmemoran la muerte y resurrección de Cristo.
El Papa pasará con toda probabilidad la Semana Santa en el Vaticano, aseguró este lunes el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, que no dio una fecha precisa sobre cuándo será dado de alta, pero se mostró convencido de que Juan Pablo II pasará esos importantes días en casa.
"Faltan todavía 13 días para el comienzo de la Semana Santa (el Domingo de Ramos es el 20 de marzo) y serán los médicos los que decidan cuando le dan el alta, pero con toda probabilidad Juan Pablo II regresará al Vaticano para esas fechas", afirmó Navarro Valls tras la lectura del último parte médico sobre la salud del anciano Pontífice, que en mayo cumplirá 85 años.
Según el boletín, el estado de salud del Papa continúa mejorando, lo que permite al Pontífice pasar largos período de tiempo al día sentado en un sillón.
No se han verificado complicaciones ajenas a la traqueotomía a la que fue sometido el 24 de febrero en el Policlínico Gemelli de Roma, donde lleva ya doce días hospitalizado, y se observa, según el parte médico, una continúa mejora de la fonación, "gracias a las sesiones diarias de rehabilitación".
"Por otra parte, le ha sido aconsejada una prudente limitación del empleo de la voz con el fin de favorecer una recuperación más eficaz de la función laríngea", agregó Navarro Valls.
Vista la favorable evolución de la salud del Papa, el próximo parte médico se dará a conocer el jueves 10 de marzo a mediodía.
Sobre cómo evoluciona la incisión realizada en la garganta para colocarle la cánula, Navarro señaló que favorablemente, que la herida se está cicatrizando (los bordes), pero precisó que "de momento", la cánula permanece y que serán los médicos los que decidan si se la quitan y cuando.
Respecto a si una vez en el Vaticano Juan Pablo II presidirá todos los ritos de la Semana Santa o se modificarán estos, el portavoz de la Santa Sede manifestó que el calendario previsto no sufrirá cambios y que será el mismo Pontífice quien decida como participará en los mismos si se dan las condiciones.
En sus 26 años de pontificado, Juan Pablo II siempre ha presidido todos los largos ritos de la Semana Santa, incluido el Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo de Roma, que en los últimos años ya no pudo recorrer debido a sus problemas para caminar, pero que seguía de rodillas o sentado de la colina del Palatino, que se alza frente el Coliseo.
De momento, parece imposible que el Papa pueda acudir al Coliseo e incluso que presida los largos ritos en la basílica de San Pedro. No se descarta que los siga a través de un circuito de televisión, como el domingo, cuando siguió el Angelus desde la habitación del Gemelli a través de una conexión con la plaza de San Pedro del Vaticano.
Como es tradición, todos los años el Papa encarga a una personalidad, tanto católica como no, que prepare los textos de las meditaciones del Vía Crucis. Este año se lo ha pedido al cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe.
A la espera de regresar cuanto antes al Vaticano y mientras mejora, el Papa prosigue sus sesiones de rehabilitación, tanto de respiración como de voz, y no descuida su labor apostólica. (EFE)
