La salud del Pontífice sigue restableciéndose, tras la crisis respiratoria que tuvo el pasado martes y que provocó preocupación en el mundo.
El Papa Juan Pablo II pasó de forma tranquila su tercera noche en el Hospitral Gemelli de Roma, donde fue hospitalizado de urgencia en la noche del pasado 1 de febrero, a causa de una crisis respiratoria que evoluciona favorablemente, según el Vaticano.
En vista de la rápida recuperación del Pontífice, no se descarta que en pocos días pueda ser dado de alta e incluso este domingo podría rezar el tradicional Angelus desde su habitación en el recinto sanitario.
No obstante, el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, recordó en la víspera que un proceso gripal, como el que padece el Pontífice desde el domingo 30 de enero, tarda cerca de una semana en ser curada.
Los médicos del centro Gemelli dejaron entrever un cauto optimismo en la evolución de Juan Pablo II, que según algunas fuentes podría comenzar a alimentarse con una dieta semi-líquida este viernes, mientras continúan las terapias con antibióticos.
Los análisis realizados al Papa, de 84 años, confirmaron que la laringotraqueítis aguda por la que fue hospitalizado está en fase de "regresión" y las condiciones generales y respiratorias evolucionan favorablemente.
En los alrededores del centro hospitalario aún se encuentran congregados numerosos periodistas de todo el mundo, que pudieron comprobar que en las habitaciones del décimo piso, especialmente reservado para el Pontífice, varias luces estuvieron encendidas durante toda la noche.
Está previsto que el próximo informe médico sobre la salud de Juan Pablo II sea hecho público por el hospital cerca del mediodía de este viernes. (EFE)
