El Vaticano realiza preparativos para las ceremonias de Semana Santa a fines de marzo, barajando las diferentes posibilidades de locación para hacer posible la presencia del Pontífice.
Hasta el Policlínico Gemelli de Roma llegaron alrededor de 500 polacos, compatriotas del Pontífice, que deseaban participar en la audiencia pública que se celebra todos los miércoles pero que se suspendió, ya que Juan Pablo II decidió no delegar en nadie esta importante tarea, mientras se recupera de la traqueotomía a la que fue sometido el pasado jueves 24.
El papa evoluciona favorablemente de la intervención quirúrgica a la que fue sometido para solucionar el grave problema respiratorio que padecía y que ha obligado a hospitalizarle dos veces en menos de un mes.
El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, expresó que la recuperación, que incluye ejercicios respiratorios con vistas a que pueda volver a hablar, sigue su ritmo y que el jueves 3 habrá un nuevo parte médico, como estaba previsto.
Por otra parte la sede de la Iglesia Católica en Roma está estudiando de que manera se realizarán las ceremonias correspondientes a Semana Santa, en la que se están barajando varias posibilidades.
Si el 25 de marzo, que es Viernes Santo, el Papa se encontrara aún en el Gemelli, podría seguir la Vía Crucis por televisión desde su pieza del Hospital y una cámara lo captaría para hacerlo visible en una gigantesca pantalla en el Coliseo.
Si estuviera en el Vaticano se haría lo mismo, pero desde su estudio privado.
En el caso de que el papa quisiera tomar parte activa del Vía Crucis, esta podría realizarse en plaza San Pedro, en lugar del Coliseo, aunque ya para el jubileo de 2000 Juan Pablo II no quiso ese traslado.
Algunos han hipotizado en forma excepcional de sustituir el Coliseo incluso por el Gemelli, con las 14 estaciones en los corredores de los repartos del hospital.
