El ex dictador estuvo entre las 07:50 y las 10:30 horas en el Hospital Clínico de la UC para someterse a los primeros estudios para determinar si podrá ser juzgado por el caso Operación Colombo.
Luego de casi tres horas en que se le realizaron exámenes radiológicos, de orina y sangre, el general en retiro Augusto Pinochet Ugarte abandonó las dependencias del Hospital Clínico de la Universidad Católica, en el centro de Santiago.
Pinochet dejó a las 10:30 horas el recinto al que había llegado a las 07:50 horas por la entrada de calle Lira número 40 a bordo de un automóvil Mercedes Benz blanco, con vidrios polarizados, escoltado por otro vehículo similar y una camioneta de color verde, todos resguardados por motoristas de Carabineros.
Ni a su llegada ni abandono del hospital se registraron protestas ni manifestaciones de apoyo, como ocurrió en otras de sus salidas públicas.
Las diligencias realizadas este martes, dictadas por el juez Víctor Montiglio, buscan determinar si el está en condiciones de enfrentar el proceso que el magistrado lleva adelante por el caso Operación Colombo, montaje de la policía secreta de la dictadura para encubrir la desaparición de 119 opositores en 1975 en el extranjero.
Los estudios fueron realizados por los médicos Edulia Ortega e Isidro Huete, jefes de los laboratorios radiológicos de las universidades Católica y de Chile.
El martes 25 de octubre, en tanto, se realizarán análisis neurológicos en el propio domicilio del ex comandante en jefe del Ejército en La Dehesa.
Dos días más tarde se realizarán las pruebas toxicológicas y siquiátricas por los cuatro peritos designados por Montiglio, los funcionarios del Servicio Médico Legal, Jaime Valenzuela e Inge Onetto, ambos siquiatras; además de los neurólogos Hugo Aguirre y Shirley Aguilar.
A ellos se suman los peritos adjuntos de las partes querellantes y defensa.
Hiram Villagra, querellante en la causa, aseguró que éstas diligencias confirmarán que Pinochet está capacitado para enfrentar un proceso: "Si hay algo que se ha demostrado desde los exámenes médicos practicados desde el caso Caravana de la Muerte (2001) en adelante es cómo el general Pinochet era capaz de relacionarse con el mundo, con conciencia de lo que hacía".(Cooperativa.cl)
