Tras reunirse en Madrid con el juez español Baltasar Garzón, la diputada del Partido Socialista (PS) Isabel Allende, hija del ex Presidente Salvador Allende, afirmó que a pesar de la muerte del ex dictador Augusto Pinochet, los juicios contra sus cómplices deben continuar.
En el caso del fallecido general los procesos "obviamente tienen que sobreseerse", afirmó Allende, quien recordó que aunque Pinochet "no era el que ejecutaba (...) hacia abajo tenía que tener cómplices que cumplían las órdenes, o que estaban informados, o que colaboraban para que se hicieran los asesinatos que se cometieron".
Según la diputada, en el "estupendo" encuentro de este miércoles, Garzón le aseguró que el proceso por las cuentas secretas en el banco estadounidense Riggs, contra la viuda del ex dictador, Lucía Hiriart, y contra su secretario personal, Oscar Aitken, "va a continuar".
"Creo que sería incomprensible que al final se quedara en nada y que la familia de Pinochet se quedara con 30 millones de dólares", sostuvo.
La elevada cifra, apuntó Allende, es patrimonio público y representa "una vergüenza para nuestras instituciones, para nuestro Ejército y vergüenza para el país".
La diputada aseguró que para ella es una "satisfacción" poder visitar al juez español, artífice de la detención de Pinochet en Londres en 1998 y de la apertura de un proceso en su contra por terrorismo, genocidio y torturas, con el que "la Humanidad ha dado un paso muy importante". (EFE)