Mario Parra Bello y Ricardo Soto López, funcionarios de Carvile, con acusados por el Ministerio Público de "omisión importante" en el accidente que mató a cuatro mineros en agosto pasado.
A penas de hasta tres años y un día de cárcel podrían ser condenados los dos imputados por el accidente registrado el 8 de agosto pasado en el chiflón Fortuna de la Carbonífera Victoria de Lebu (Carvile), cuando una explosión causada por el gas grisú mató a cuatro mineros y dejó heridos a otros 57.
Mario Parra Bello, ingeniero civil y jefe del Departamento de Minas de Carvile; y Ricardo Soto López, técnico eléctrico y jefe de la faena Nº 18, están con arraigo nacional y un juez de Garantía prohibió su ingreso a la mina de carbón.
El fiscal adjunto de Lebu, Nelson Vigueras, argumentó que -sobre la base del informe respetivo del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin)- se concluye que ambos tuvieron una actuación negligente al no verificar la presencia de gases en el pique, lo que fue una "omisión por parte de los imputados".
Parra y Soto están imputados por cuatro cuasidelitos de homicidio, 22 de lesiones graves y 35 de lesiones menos graves.
Gonzalo Recabarren, presidente del Sindicato Nº 2 de Carvile, manifestó su esperanza en que el Ministerio Público llegue a la verdad, porque hasta el momento todas las pruebas apuntar a la tesis de que "se violaron muchas normas" en la operación del pique.
El juez del Tribunal de Garantía de Lebu, Guillermo Vera, determinó que el Ministerio Público tiene meses para concluir la investigación respectiva. (Cooperativa.cl)
