El organismo solicitó una audiencia para imputar a al sacerdote Tito Rivera por los hechos que presuntamente ocurrieron en 2015.
El Ministerio Público decidió no acusarlo de violación, como denunció la víctima, pero eso "podría cambiar" dependiendo de las próximas pericias.
La Fiscalía Regional de O'Higgins decidió formalizar al sacerdote Tito Rivera por el presunto abuso sexual cometido al interior de la Catedral de Santiago.
Según El Mercurio, el ente persecutor solicitó una audiencia ante el 13º Juzgado de Garantía de Santiago para imputar al presbítero por el delito de abuso, y no por violación como denunció la víctima.
El fiscal de Alta Complejidad de Rancagua, Sergio Moya, explicó que "todavía faltan pericias y que el delito, dependiendo de estas, podría cambiar".
El religioso todavía no declara ante la Fiscalía Regional.
Los hechos
De acuerdo con la acusación el hecho se produjo en 2015, cuando el demandante se acercó a la catedral para pedir ayuda para los medicamentos de su hija, donde -según su relato- fue atendido por el sacerdote Tito Rivera y que él lo habría llevado hasta una pieza en el segundo piso del recinto donde le dio un vaso de agua.
Según su relato, dijo que se sintió con muchas dificultades para moverse y denunció haber sufrido una violación por parte de presbítero.
Acusó también que acudió al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y que éste sólo lo abrazó -todo en el contexto del confesatorio- y posteriormente le entregó 30 mil pesos a través de otro sacerdote.
En el proceso canónico en su contra, Rivera fue sancionado en agosto del año pasado a una pena de 10 años de suspensión del ejercicio público sacerdotal y se le estableció la prohibición de reunirse o contactarse con jóvenes, por delitos contra el sexto mandamiento, de cometer actos impuros continuados en el tiempo y con mayores de edad, según el Arzobispado.
