Los resultados de las pericias del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) establecieron que la bala que causó la muerte del cabo Cristián Vera la noche del 11 de septiembre fue disparada desde la pistola 9 mm hallada en poder del único imputado, Eduardo Espinoza Bórquez.
El proyectil fue encontrado en el sitio del suceso, se le retiraron las impurezas y fue comparado a través del microscopio con una bala de la misma arma disparada en el laboratorio, según una nota publicada por el diario El Mercurio.
Además, esta investigación determinó que los restos de sangre encontrados en los fragmentos de la munición que ocasionó la muerte del cabo Vera corresponden en un 99 por ciento al fallecido uniformado.
Por otra parte, el examen de las perforaciones que ocasionó el proyectil tanto en el casco de la víctima como en el escudo del carabinero que se encontraba junto a Rodrigo Vera, arrojó que son compatibles con la bala 9 mm disparada por el arma de Espinoza Bórquez.
Respecto a las pericias sobre la trayectoria de la bala, que implica un estudio al plano, distancia y velocidad de la misma, al ser comparada con los resultados de la autopsia del uniformado, determinó que existe una correspondencia entre el disparo del que el imputado está confeso y las lesiones provocadas en el cráneo del policía.
Junto con esta investigación, el fiscal militar Roberto Reveco dispone del informe de criminalística del OS-9, las declaraciones de testigos presenciales y de referencia, además de las declaraciones del propio imputado y un detalle minucioso de las conductas que el joven de 18 años desarrolló antes y después del disparo.
En tanto, el abogado defensor del imputado, Sergio Herrera solicitó ya contraperitajes a Investigaciones y a la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM). (Agencias)