Francisco Leyton, el principal inculpado por la muerte del empresario de la Sexta Región, enfrenta también millonarias demandas civiles presentadas por los familiares de la víctima.
Pasadas las 09:30 horas (12:30 GTM) se dio inicio en el Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua el juicio contra Francisco Leyton Gálvez y su albañil Pedro Valenzuela González, quienes fueron acusados por la fiscalía regional como autores del crimen del empresario Luis Francisco Yuraszeck.
El Ministerio Público solicitó una pena de 15 años y un día de cárcel para el albañil y presidio perpetuo para Leyton.
En el juicio, que se estima se extenderá por al menos 17 días, se han revisado las presuntas hipótesis de cómo Leyton Gálvez habría planeado la muerte del prestamista y de la forma en que ejecutó el crimen la noche del 29 de marzo de 2004.
La familia del empresario de la Sexta Región asesinado, representada por su hijo Francisco Yuraszeck Tagle, demandó 700 millones de pesos a Leyton Gálvez y 300 millones al albañil.
En tanto, Nora Venegas, quien fuera pareja por 17 años de Luis Yuraszeck, demandó a Francisco Leyton en 360 millones por el daño material y 1.000 millones de pesos por el daño moral que provocó el crimen.
Tras desaparecer en marzo del 2004, el cuerpo de Yuraszeck fue encontrado en julio de 2005 enterrado en el domicilio de Leyton.
Las distintas versiones del asesinato del empresario malloino
Según el Ministerio Público, quien investiga el caso, Francisco Leyton Gálvez asesinó a Yuraszeck para no pagar una deuda que sostenía con él desde finales del 2003.
En esa fecha firmaron un pacto de retroventa de la casa de Francisco Leyton Gálvez, que se ubica en el sector de Talcarehue, precisamente donde encontraron los restos de Yuraszeck.
En esa oportunidad también habían hecho un acuerdo para crear una sociedad inmobiliaria.
Leyton le solicitó 50 millones de pesos a Yuraszeck y en prenda le dejó su casa y dos cheques por 36 millones de pesos cada uno. Los dos documentos bancarios pertenecían al Instituto O'Higgins de Rancagua y debían ser cobrados en marzo de 2004.
Según el representante de la fiscalía José Luis Pérez Calaf, como en esa fecha Francisco Leyton no tenía fondos, habría decidido acabar con la vida del empresario.
"Creemos que a partir de enero (cuando vio que su situación económica no cambiaba) ahí empezó a elucubrar la formula en que, como dije en el alegato, poner término a este negocio, aunque de una manera no convencional", sostuvo Pérez.
"Las formas en que se deja sin efecto un contrato es también con otro contrato, la forma en que Leyton dejó sin efecto ese contrato fue dándole la muerte", agregó.
La defensa aún plantea la tesis del secuestro
En tanto, la defensa argumentó que la noche del 29 de marzo de 2004 Francisco Leyton fue secuestrado por tres sujetos que entraron a su domicilio, dieron muerte a Francisco Yuraszeck, lo enterraron y lo obligaron a ir a Santiago a dejar el jeep que fue encontrado estacionado en el aeropuerto.
Además la abogada defensora Paula Vial señaló que las pruebas que existen demuestran que no solamente una persona habría asesinado al empresario, por lo que el Ministerio Público no ha investigado correctamente.
"Si bien aparentemente ocurrió un crimen, en ese (Leyton) no tuvo participación o por lo menos, la que se le señala el ministerio público", señaló la Vial.
A esto se suma el testimonio del único perito, el jefe de la Brigada de Homicidios de la policía de Rancagua Carlos Illesca, quien relató las circunstancias de la muerte, cómo fue encontrado el cuerpo y aseguró que más de una persona le dio muerte al empresario malloino.
Por su parte, los hijos de Yuraszeck han mostrado molestia por las declaraciones de la defensa con respecto a la vida "licenciosa" que llevaba el empresario.
Según este argumento, el empresario era muy asiduo a tener relaciones sexuales con varias mujeres al mismo tiempo y hay cintas VHS que lo confirman.
Así lo dio a conocer Francisca Yuraszeck, una de las hijas del fallecido empresario. "Creo que nosotros somos las víctimas. Somos los hijos los que quedamos y esa era la vida de él y no la de nosotros", indicó. (Cooperativa.cl)
