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| La "trampa" es no decir "vote por mí", afirmó Sanhueza. (Foto: UPI) |
Andrea Sanhueza, directora ejecutiva de la Corporación Participa, lamentó los vacíos legales que existen sobre los gastos electorales, que permiten inversiones masivas antes de la fecha de inicio de la campaña sin que se rindan cuentas.
Según Sanhueza, los dineros que se gastan antes de la campaña "no se rinden y ese es el gran déficit en el país: los candidatos en ninguna elección han respetado nunca el plazo que existe para hacer propaganda electoral", que es un mes antes de las elecciones.
Por ello, "la trampita es decir 'bueno, yo tengo un afiche, hago un evento en sí pero no digo yo presidente o vote por mí', y al no decirlo, no estoy haciendo campaña electoral", explicó a El Diario de Cooperativa.
Según Sanhuenza, nuestra ley obliga a los candidatos a hacer una rendición formal de los gastos de campaña, que tienen como límite unos cinco mil millones de pesos, pero el Servicio Electoral sólo tiene sólo la facultad de chequear temas como timbres, fechas, pero "no hace ninguna otra revisión".
"La capacidad que el Estado tiene -y para qué decir la ciudadanía- de poder acceder a esa información y poder controlarla también es muy baja", estimó. por lo que a su juicio la legislación inexistente "es insuficiente".
Esta legislación también contempla dar a los candidatos un financiamiento por cantidad de votos, y también financiamiento privado que "depende de tu capacidad, tu conexión y tus contactos", explicó Sanhueza, dineros que se canalizan a través de aportes públicos, anónimos y reservados, que se hace vía Servel y el candidato no se entera de quién entrega el dinero.
La directora de Participa ejemplificó también que, según el último monitoreo de su entidad sobre gasto electoral para las Presidenciales del 2005, una sola gigantografía costaba entre cinco y 10 millones de pesos.