Cerca de 50 familias damnificadas por el terremoto armaron barricadas en Penco, en la Región del Biobío, mientras que una de las pobladoras quemó los paneles de una mediagua ante la desesperación por la falta de ayuda.
Unas 20 familias viven en mediaguas que se filtran, en tanto, las otras 30 están en viviendas que sufrieron daños estructurales. Sin embargo, lo que encendió los ánimos de los vecinos de la Villa Esperanza fue el rumor de que personal del Ejército iba a desarmas las casas en mal estado.
Ante ello, la presidenta del comité, Francisca San Martín, anunció que tomarán "medidas más drásticas" si no solucionan pronto sus problemas y advirtió: "Me quedaron paneles, yo me meto adentro de los paneles y me quemo".
Carabineros llegó hasta el lugar para dialogar con los manifestantes, logrando una salida pacífica al conflicto tras facilitar el diálogo con las autoridades locales.
Al respecto, el alcalde de Penco, Guillermo Cáceres, aseguró que los hechos fueron motivados por al desinformación.
"Si uno recorre el sector se da cuenta que hay grietas importantes en el terreno, que hay colapso total de las viviendas, en un 90 por ciento por lo menos, que amerita un estudio profundo de mecánica de suelo que es lo que ha hecho el municipio con recursos propios adelantando los estudios del Serviu para poder contar cuanto antes con los subsidios", dijo Cáceres para dar tranquilidad a los pobladores.