El ministro de Defensa español, José Bono, pidió este lunes a la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, que el castellano vuelva a formar parte de los planes de estudio en Filipinas.
Bono hizo la petición durante la reunión que mantuvo con la mandataria en el Palacio de Malacañang y que se desarrolló íntegramente en español, según fuentes de la delegación que acompaña al ministro en esta visita.
La presidenta Arroyo le expresó su interés por este asunto y le dijo que va a analizar de qué manera se podría volver a incluir el español entre las asignaturas obligatorias de estudio en Filipinas y que es una lástima que se haya perdido este idioma en el país.
También le reveló que en su familia todos los miembros hablan el idioma de la antigua metrópolis.
El español fue perdiendo protagonismo en Filipinas desde que España perdió su colonia asiática en 1898, dejando paso al inglés, que es idioma oficial en el archipiélago junto con el filipino (basado en el tagalo).
Durante el Gobierno de la presidenta Corazón Aquino, en 1986, el español fue eliminado definitivamente de las escasas unidades educativas en las que aún se mantenía como asignatura.
Según los datos del Instituto Cervantes, apenas unas 2.000 personas de los 87 millones de habitantes de Filipinas utilizan el español como lengua materna y de uso diario, aunque otro medio millón, especialmente en Zamboanga (sur), emplea el chabacano, un idioma mixto.
Sin embargo, en los últimos años se ha incrementado el interés por el español entre los jóvenes filipinos y el Cervantes ha visto duplicar el número de matrículas de estudiantes hasta las 3.000 anuales.
Dos de los principales motivos para este resurgir del interés por el español es el deseo de muchos jóvenes filipinos de emigrar a Estados Unidos y el poder trabajar en los cada vez más numerosos "centros de llamadas" que se establecen en el archipiélago. (EFE)