Estudio examinó a menores de entre ocho y 12 años con alto colesterol.
Su consumo aumenta la capacidad del organismo para eliminar excesos en la sangre.
El jugo de mandarina mejora el estado antioxidante de los consumidores y puede disminuir el riesgo cardiovascular en niñas y niños, según un estudio del departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia, en España.
La investigación ha examinó los efectos del consumo regular de este jugo -medio litro diario durante cuatro semanas- en 48 niños con altos niveles de colesterol de entre ocho y 12 años.
Los resultados fueron positivos: los niveles de estrés oxidativo (un desequilibrio que disminuye la capacidad del cuerpo para eliminar los excesos) en sangre habían disminuido significativamente. Según los expertos, la ruptura del balance oxidante-antioxidante es un factor importante en el inicio y progresión de varias enfermedades.
Como conclusión, los autores del estudio, publicado en la revista Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition, han indicado que la mandarina, combinada con otros factores relativos a la dieta y al estilo de vida, "puede protegernos de las enfermedades ateroscleróticas, actualmente la causa de la mayor mortalidad en el mundo occidental".
