El volante chileno de Gimnasia y Esgrima sufrió una "caricia" del mediocampista de Estudiantes en el clásico de La Plata. Ambos se dieron duro en la cancha y ahora fuera de ella.
El clásico entre Gimnasia y Esgrima y Estudiantes, que se impuso por 2-1, dejó un jugador bien lastimado. Se trató del volante chileno Alvaro Ormeño, quien resultó con fractura del tabique nasal tras recibir un golpe del capitán "pincharrata" Juan Sebastián Verón. Tras el entrevero en el campo de juego siguieron la "pelea" con sus calientes declaraciones.
"Me fue mal, aunque sé que esto es fútbol. Lo que duele es que fue un clásico jugado con lealtad y él fue el único que se salió de eso no sé para qué. Para vender humo, porque después de golpearme empezó a levantar los brazos al público en un acto de vándalo más que nada. Como si lo que había hecho hubiera sido heroico", dijo el chileno.
"Debería haberlo hecho en otras ocasiones en que tenía que haber puesto los huevos y no los puso", se desquitó Ormeño en el diario Olé, recordando la magra participación de Verón en el Mundial de Corea-Japón 2002.
A Ormeño nadie lo paró con su enojo: "Me hubiera gustado que dijera que fue sin querer, o sin mala intención, pero no dijo nada. Es un gran jugador, ganó muchas cosas, pero se equivoca".
Por su parte, Verón recalcó su postura sobre lo ocurrido con Ormeño: "El fútbol es un juego de fricción, en el que hay que jugar fuerte. Y si no hay otros deportes para elegir y para practicar".
"Yo metí, como metió San Esteban o Basualdo... Yo a este chico no lo conozco (a Ormeño), no sé por qué piensa así... A lo mejor no entendió cómo es esto porque no es de La Plata. Seguramente con el tiempo lo aprenderá...", añadió.
"(A Ormeño) Por ahí le faltó lo que nos sobró a nosotros para ganar el partido", sentenció. Dura pelea. (Cooperativa.cl)
