Mark González va por la herencia de Zamorano, Salas y Aros en Europa
Sólo tres chilenos han tocado el cielo en Europa y el volante de Liverpool podría transformarse en el cuarto nacional en elevar un trofeo en el Viejo Continente.
Sólo tres chilenos han tocado el cielo en Europa y el volante de Liverpool podría transformarse en el cuarto nacional en elevar un trofeo en el Viejo Continente.
Por Héctor Uribe Delgado.
Además de tener la opción de transformarse en el primer chileno en disputar una final de Liga de Campeones, este miércoles Mark González tendrá la posibilidad en ser el cuarto jugador nacional en ganar algún trofeo a nivel continental en Europa, donde los títulos han sido más bien esquivos para los futbolistas criollos.
Las ocasiones fueron varias, pero sólo Iván Zamorano, Marcelo Salas y Mauricio Aros alcanzaron la gloria en el Viejo Continente.
El primero en hacerlo fue Zamorano. Después de algunos años en Real Madrid y de disputar con el cuadro merengue varias Liga de Campeones, por ese entonces, denominada Copa de Campeones de Europa, el ex capitán de la selección chilena emigró a un Inter de Milán sediento de títulos.
Y el goleador nacional no defraudó. Pese a perder una final de la Copa UEFA en 1997 ante Schalke 04, donde el maipucino marcó un gol y desperdició un penal en la tanda definitoria, tuvo la revancha al año siguiente.
La final se disputó ante Lazio en el Parque de los Príncipes de París y Zamorano abrió el camino del éxito al anotar el primer tanto del conjunto lombardo en el triunfo por 3-0. Completaron la victoria el argentino Javier Zanetti y el brasileño Ronaldo.
La segunda parte de los triunfos chilenos llegó por partida doble y de la mano del goleador histórico de la selección nacional. Marcelo Salas llegó a Lazio como un ídolo y en mayo de 1999 el delantero temuquense fue titular en la corona que el cuadro romano consiguió en la extinta Recopa, que enfrentaba a los ganadores de copas.
El conjunto italiano se enfrentó en la final a Mallorca y aunque no marcó, Salas alcanzó su primer trofeo internacional en el Viejo Continente en el Villa Park, de Birmingham.
Sólo meses después, Salas se transformó en el héroe de Lazio en la Supercopa, donde el chileno marcó el único gol del conjunto peninsular sobre Manchester United, por ese entonces, vigente campeón de Europa.
En 2002, Mauricio Aros llegó a Feyenoord como refuerzo por la banda izquierda y pese al breve paso del chileno por el club holandés, le alcanzó para ganar la Copa UEFA. Aunque no estuvo en la final disputada en Rotterdam ante Borussia Dortmund, sí jugó en la semifinal ante Inter y también alcanzó la gloria en Europa.
Las decepciones en las copas europeas han sido variadas y dolorosas. La primera se remonta a 1963 cuando Benfica de Portugal era adiestrado por el entrenador chileno Fernando Riera, quien tenía a cargo nada menos que al goleador Eusebio.
El equipo cumplió una destacada participación en la Copa de Campeones y llegó a la final donde se enfrentó a AC Milan y el cuadro capitaneado por Cesare Maldini (padre de Paolo) derrotó al elenco lusitano en la final disputada en el Estadio Wembley por 2-1.
Debieron pasar más de 30 años para que los chilenos vieran de cerca la decepción en las copas europeas. Ya está dicho lo de Iván Zamorano ante Schalke 04, pero en 2003 Marcelo Salas también vivió su propia tragedia. Por ese entonces, el chileno ya estaba en Juventus y venía saliendo de las nefastas temporadas que tuvo después de la lesión ocurrida en 2001.
Por ello, fue apenas alternativa en el equipo turinés que se instaló en la final de la Liga de Campeones ante AC Milan y otra vez el cuadro lombardo acabó con la ilusión de un compatriota. Esta vez el triunfo de los milanistas en Old Trafford de Inglaterra fue en los penales, luego del empate sin goles en los 120 minutos de juego.
Más recientes en la historia están Rodrigo Tello y Mauricio Pinilla. Ambos jugadores fueron puntales en la campaña de Sporting de Lisboa en la Copa UEFA de 2005 y se instalaron en la final con el conjunto portugués.
Estaba todo listo para la fiesta, pues se jugaba en el Estadio "José Alvalade", de la capital lusitana, pero a un día del duelo el delantero nacional, que había marcado un gol en semifinales y que por ese entonces, disfrutaba de su mejor momento en Europa, se lesionó en un entrenamiento y se perdió el duelo final ante CSKA Moscú.
Tello fue titular pero poco pudo hacer ante el cuadro ruso, que se quedó con la copa por primera vez en su historia al derrotar al equipo de los chilenos por un categórico 1-3.
Ahora la responsabilidad la tiene Mark González, quien ha sido factor con la camiseta de Liverpool y sin duda está golpeando las puertas del cielo. (Cooperativa.cl)