Ambos jugadores argentinos tuvieron un fuerte diálogo que casi termina con golpes, de no mediar la intervención de sus compañeros de equipo.
Los argentinos de Real Zaragoza, Andrés D'Alessandro y Pablo Aimar, estuvieron en el entrenamiento de este miércoles a punto de llegar a las manos, luego de un fuerte intercambio de palabras entre ambos.
La discusión comenzó tras un intrascendente gol de D'Alessandro en un partido con particulares reglas que disputaban todos los jugadores disponibles en una sola área y que fue reclamado por Aimar.
El diálogo fue subiendo de tono durante algo más de un minuto, sobre todo por parte del anotador del tanto, que fue apartado por su compatriota Diego Milito, mientras Aimar fue detenido por el zaguero Sergio Fernández.
Instantes después el entrenador del Real Zaragoza, Víctor Fernández, dio por finalizado el partido y cuando se dirigían a realizar los elongaciones finales, D'Alessandro se retiró ofuscado al vestuario.
Tras el término de la práctica, Aimar restó importancia al incidente y aseguró que habían hecho las paces en el camarín porque "para eso están los amigos".
"En los entrenamientos, cuando se entrena bien y fuerte pasa muchas veces y cuando no, es para preocuparse, porque no se está trabajando con la intensidad que hay que hacerlo", explicó.
En cambio, D'Alessandro prefirió no ofrecer su versión de lo sucedido. (EFE)
