Aunque admitió que cualquier equipo se esmeraría en tener al brasileño, el argentino sostuvo que su partida sería una gran pérdida para la escuadra catalana.
El delantero argentino Lionel Messi no ha tenido reparos en expresar públicamente su deseo que su compañero y uno de sus mejores amigos en FC Barcelona, el brasileño Ronaldinho, continúe ligado al club, aunque todo apunta que no será así a partir del año que viene.
"En Barcelona todos queremos que se quede en el equipo. Si se va será una pena para mí. Me ayudó mucho para entrar en el vestuario. Cualquier equipo querría tenerlo. Aún tengo la esperanza de que se pueda quedar", dijo.
Messi rechazó erigirse en el abanderado del club si finalmente Ronaldinho ficha por otro equipo.
"No lo sé (si se marchará 'Ronnie'), ni lo pienso (ocupar su espacio)", apuntó el futbolista en un acto solidario, en el que el jugador barcelonista cedió su imagen a una cuarentena de periodistas deportivos de Barcelona para impulsar un libro de relatos, cuyos fondos se destinarán íntegramente a la fundación catalana "Síndrome X Frágil".
De la actualidad barcelonista, el jugador argentino desea jugar más minutos contra Espanyol este sábado en el Estadio Nou Camp para adquirir más ritmo de cara el choque del próximo miércoles en el mismo escenario contra Manchester United, en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones.
Messi se resistió a hablar del partido contra Manchester United por el respeto que le merece el encuentro de Espanyol, pero al final se explayó al garantizar que después de perderse el tramo final de la Liga de Campeones del 2006, en la que Barcelona se proclamó campeón, ahora desea participar en los partidos determinantes.
"El encuentro entre Manchester y Barcelona no es un choque entre Cristiano Ronaldo y yo. Es el de dos grandes equipos. Necesito minutos para ese encuentro y me irá bien el partido contra Espanyol", apuntó. (EFE)
