El nuevo entrenador de Celta de Vigo, Hristo Stoichkov, aseguró durante su presentación sentirse "tranquilo" y consciente del "reto" que supone tomar al equipo en puestos de descenso a falta sólo de nueve jornadas para el final de la liga española, pero descartó que vayan a producirse "cambios drásticos".
Su principal objetivo, dijo el nuevo entrenador del zaguero chileno Pablo Contreras, es "convencer a este equipo de que tiene calidad".
"Lo primero que quiero es agradecer a Celta esta oportunidad de volver al fútbol español después de haber estado como futbolista. Para mí es un reto muy importante en mi vida como entrenador", apuntó el ex jugador del mítico "Dream Team" de Johan Cruyff en Barcelona.
"A mí me gusta el reto de tener presión, de transmitir carácter y garra", aseguró, y explicó que su principal objetivo es "ayudar y convencer a este equipo de que tiene calidad" para sacarle "un poco más de entrega", y se mostró convencido de que el equipo se puede salvar "con ilusión, sacrificio y trabajando día a día. No vamos a bajar la cabeza".
En este sentido no quiso ni oír a hablar de Segunda División a pesar de que su contrato es por una temporada más.
"Tenemos que estar más unidos que nunca y no hablar de bajar a Segunda División, porque si lo hacemos es una falta de respeto a la entidad y a los jugadores", apeló a la unidad "de todos" y dijo que "no hay que mirar al pasado"
En este sentido Stoichkov se mostró convencido de que sus nuevos pupilos "van a sacar lo mejor de sí en estos partidos hasta final de temporada por su calidad y sobretodo por el espíritu que van a poner" y descartó que de aquí al final de la Liga se vaya a producir una revolución.
Es más, el ex seleccionador búlgaro reveló que lleva siguiendo al equipo "desde hace ocho partidos" (aproximadamente y curiosamente desde la ratificación de Fernando Vázquez al frente del banco vigués) dejando en evidencia que ya por entonces hubo contactos entre el club y el técnico.
"Estoy bien informado y preparado, sabiendo las cualidades de cada jugador, pero no vamos a hacer ningún cambio drástico hasta final de temporada, luego ya habrá tiempo para preparar con calma la próxima temporada", adelantó.
Consultado también por si su intención última es la de llegar algún día a entrenar al Barcelona aseguró que "el camino lo dirá. Trabajando bien se puede llegar lo más lejos posible pero yo no voy a esperar ninguna ayuda".
Aunque firmó por lo que resta de temporada y una más la intención del club es su permanencia a largo plazo, ya que desde la directiva se quiere implantar el modelo inglés de club con un manager y un entrenador a largo plazo. (EFE)