Los incidentes ocurridos en la final de la Copa de la Liga inglesa, que ganó el club de Stamford Brifge por 2-1 deberían ser sancionados este lunes, al menos así lo auguran los clubes.
Los clubes londinenses Chelsea y Arsenal aguardan este lunes las represalias de la federación de fútbol inglesa (FA) tras los desagradables incidentes ocurridos en la final de la Copa de la Liga.
Durante el duelo disputado en el Estadio del Milenio de Cardiff, que se saldó con la victoria del club de Stamford Bridge por 2-1, el árbitro, Howard Webb, expulsó a dos jugadores "cañoneros", Emmanuel Adebayor y Kolo Touré, y a Mikel Jon Obi, de Chelsea.
"Estoy seguro de que los jugadores van a ser sancionados", comentó el técnico de Arsenal, Arsene Wenger en declaraciones que recogió este lunes la BBC. El entrenador francés añadió que "con la FA, siempre hay motivos para estar preocupado".
El responsable del cuerpo de jueces, Keith Hackett, pidió a la federación de árbitros que interviniera y elogió la forma en la que el colegiado Howard Webb medió en los incidentes.
De Webb y de sus ayudantes, Hackett comentó a la BBC que supieron lidiar con la situación "con calma y con firmeza".
"Su informe (del partido) será remitido hoy a la federación y ellos analizarán los incidentes", dijo.
Hackett apuntó que dichos episodios fueron "una pena" ya que, por lo demás, se trató de un "partido fantástico".
Todo comenzó con una entrada de Mikel a Toure, que provocó la furiosa reacción del defensa de Arsenal.
Durante la trifulca, Emmanuel Eboue, del Arsenal, protagonizó otro encontronazo con el jugador de los "blues" Wayne Bridge, que dejó al lateral izquierdo de Chelsea en el suelo.
El árbitro mostró sendas tarjetas rojas a Mikel y a Toure y Adebayor, y amonestó a Frank Lampard y al español Cesc Fábregas. (EFE)
