A 10 años de ser despedido de la banca nacional el técnico español indicó que escogió un camino equivocado, pero que dejó una herencia que llevó a nuestro país al Mundial de Francia.
"Muerto el perro se acaba la rabia", fue su última frase tras ser despedido de la banca nacional en 1996. Se trata del técnico español Xavier Azkargorta, actual secretario técnico de Beijing Guoan de China, quien rememoró que su paso por las selecciones de nuestro país y Bolivia.
Los malos resultados en las clasificatorias para el Mundial de Francia 1998 y la Copa América de Uruguay 1995 -donde incluso tuvo problemas de salud- pavimentaron el despido de Azkargorta y la llegada de Nelson Acosta, quien llevó el equipo a la cita gala.
A 10 años de su despido, Azkargorta reconoció errores: "Creo, después de un análisis y con el tiempo, que me equivoqué, porque normalmente en todos los sitios a los que he ido he entrado ofreciendo y no exigiendo y en Chile entré exigiendo, quizás porque venía de una etapa triunfal en Bolivia".
La reacción de los chilenos a su llegada fue semejante a la de los bolivianos: "Hubo bastante rechazo al hecho de que un español fuera el seleccionador de Chile", reconoce.
Pero está convencido de que los dos años de trabajo dieron sus frutos: "La prueba es que cuando me despedí después de tan sólo un partido me fui diciendo 'nos vemos en Francia' porque ese equipo ya estaba hecho y trabajado para clasificar".
Chile no ha vuelto a un Mundial y para el DT español tiene una explicación: "Creo que se terminó el trabajo que se hizo hasta entonces, luego hubo una crisis importante dentro del fútbol chileno, pero me parece que es un país que puede desarrollar bien el fútbol porque hay gente, hay ideas y hay instituciones".
"Quizás falta un poquito más de normalidad en considerar que... ¡es que la gente se olvida de que cuando hay un partido siempre hay uno que pierde!. Quiero decir que falta un poco más de pausa y tranquilidad para llevar a cabo proyectos de desarrollo futbolístico", agregó.
También comentó su paso por la selección Bolivia, a la que llevó a la Copa del Mundo de estados Unidos en 1994.
"Yo siempre he dicho que en mi vida y en mi forma de ser hay un antes y un después de Bolivia", recuerda el técnico, quien se convirtió en un héroe nacional en tierras altiplánicas.
"Pero yo llegué a Bolivia en noviembre de 1992, Quinto Centenario, otro conquistador, otro español, otro no sé qué, me amenazaron incluso de muerte", rememora para asegurar que "se saca un poco de madre todo en el tema futbolístico y más cuando afecta a la selección", agregó.
Azkargorta cuenta orgulloso que en Bolivia le otorgaron el Cóndor de los Andes, la máxima condecoración del país, y que en Chaparé le pusieron su nombre a una plaza.
En Chaparé conoció el técnico a Evo Morales, actual presidente de ese país, cuando convivió con los sindicalistas.
"La gente se sorprende un poquito con la llegada de Evo Morales al poder, pero yo creo que quien ha vivido en Bolivia puede entenderlo porque un país puede ser más pobre o más rico, pero creo que se han hecho muchos abusos con Bolivia. La gente estaba harta de muchas cosas y buscó una solución en un hombre como Evo Morales", dijo.
A Azkargorta le queda una sola jornada en la Superliga china y todavía no sabe qué le deparará el futuro, aunque de momento, a sus 53 años, parece convencido de haber quemado otra etapa de su particular camino. (EFE)
