Diego Armando Maradona rompió este lunes la monotonía en Herzogenaurach, la localidad de 25.000 habitantes en la que está concentrada la selección de Argentina, al llegar por sorpresa para compartir una comida con los jugadores y el cuerpo técnico del equipo albiceleste.
Maradona llegó al hotel Herzog Park en una camioneta negra a las 12:33 horas de Alemania (06:33 de Chile y 10:33 GMT), una vez que había finalizado el entrenamiento de los albicelestes, junto con su ex esposa Claudia Villafane y su hija Giannina.
Los futbolistas recibieron con alegría la visita del "10", que esperaban desde la semana pasada, aunque ya habían estado con él durante breves minutos antes del partido ante Costa de Marfil, que la escuadra dirigida por José Pekerman ganó por 2-1 el sábado pasado en Hamburgo.
"No estaba previsto que viniera, pero en cuanto lo supimos se agregaron platos y cubiertos a las mesas", comentó una fuente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
El informante agregó que el ex futbolista se manifestó entusiasmado con la victoria ante Costa de Marfil, y que elogió la manera en que el equipo afrontó el partido, en especial la jugada de Juan Román Riquelme en el segundo tanto del equipo que marcó Javier Saviola.
Maradona habló con varios jugadores y les transmitió su confianza de cara al futuro del equipo, que el próximo viernes 16 de junio enfrentará a Serbia y Montenegro.
Centenares de periodistas se agolparon frente al hotel y gestionaron a través del departamento de la AFA una rueda de prensa con Maradona, pero el astro respondió que no era el momento oportuno para hablar.
Tras dos horas media en el Herzog Park, Maradona se retiró del lugar conduciendo la camioneta a toda velocidad.
El capitán argentino, Juan Pablo Sorín, dijo la semana pasada que las visitas de Maradona "son siempre motivadoras" y que "le hacen muy bien" al grupo. (EFE)