El delantero, que quedó descartado del Mundial por una rotura de ligamentos, mantiene su esperanza de ver a la escuadra británica con el título planetario el próximo 9 de julio.
Tras quedar descartado de lo que resta del Mundial a causa de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, el delantero Michael Owen manifestó su intención de regresar a tierras germanas el próximo 9 de julio, para recibir junto a Inglaterra la copa y la medalla de campeón planetario.
En declaraciones al diario británico The Times, el jugador de Newcastle United comentó que confía en volver a Alemania para acompañar al equipo en la gran final del certamen.
"Para mí el torneo puede haber terminado, pero sigo queriendo verme con la medalla colgada del cuello", manifestó Owen, quien confesó que antes de retornar a Inglaterra el miércoles para comenzar con su proceso de recuperación, le prometió a su técnico Sven Goran Eriksson que regresaría para la final.
La salida de la selección significó para Owen terminar antes de tiempo su relación laboral con Eriksson -quien no seguirá al mando del equipo tras el Mundial-, "un seleccionador que contó conmigo siempre que estuve disponible, y para el que marqué muchos goles", remarcó.
"Aunque no he perdido la esperanza de volver a verlo el 9 de julio (en la final del Mundial)", recalcó.
Además, el internacional expresó el sentimiento de frustración que le provocó esta última lesión, sufrida el martes al inicio del choque contra Suecia (2-2), y reveló que envió mensajes telefónicos "a todo tipo de personas", disculpándose por haberlos "defraudado".
"Me siento muy culpable por la gente de Newcastle United. Pienso en el presidente, Freddy Shepherd, que ha invertido tanto dinero, y en Glenn Roeder, el entrenador, con el que he estado en contacto durante todo el torneo y que me ha apoyado muchísimo", declaró Owen, quien deberá estar al menos cinco meses fuera de las canchas. (EFE)
