El número uno de Chile se instaló en octavos de final del primer Grand Slam de la temporada, al derrotar por 6-2, 6-2, 5-7 y 6-4 al ídolo local, y ahora se topará con el estadounidense James Blake.
Fernando González (9º) sacó a relucir lo mejor de su tenis e hizo trizas la localía de Lleyton Hewitt (19º), para instalarse en los octavos de final del Abierto de Australia e igualar su mejor actuación histórica en el Grand Slam oceánico, gracias a un sólido triunfo por 6-2, 6-2, 5-7 y 6-4.
El número uno de Chile demostró que su tenis está para grandes cosas al imponerse en un Rod Laver Arena marcado por el gran apoyo hacia el ídolo del tenis australiano, y ahora buscará su paso a la ronda de los ocho mejores ante el estadounidense James Blake (5º).
 Lleyton Hewitt aceptó hidalgamente su derrota ante un González superior. (Foto: EFE) |
Fernando González quebró de entrada y despertó las ilusiones, pero el australiano rompió de vuelta y dejó todo como al principio. Sin embargo, el chileno mostró un gran nivel y volvió a desnivelar en el tercer y quinto juegos, para luego quedar arriba por un expectante 5-1.
Finalmente el pupilo de Larry Stefanki se quedó con la manga por un claro 6-2, y el buen tenis desplegado en Melbourne Park se mantuvo durante el segundo parcial, donde dos nuevos quiebres (tercero y séptimo games) le permitieron repetir el marcador y quedar a un paso de la victoria.
Todo se veía a favor de un González arrollador con su saque, y que además supo manejar el partido para evitar los desesperados intentos de Hewitt, en especial cuando el oceánico trataba de acercarse a la red para buscar variantes.
El tercer set debía ser el de la consagración para el número uno de Chile, pero el australiano ya no tenía margen de error y salió a jugarse el todo o nada, con una mejora ostensible de su nivel.
La manga fue muy pareja y ambos tenistas se anularon en sus intentos por desnivelar, aunque Hewitt comenzó a ganar su saque con relativa facilidad y el rendimiento de González fue decayendo.
Sin quiebres, todo apuntaba a un tie break donde el de La Reina mantendría intactas sus opciones de asegurar la victoria, pero cuando debió sacar con el marcador 5-6 sintió la presión y cometió un error no forzado y dos dobles faltas que allanaron el camino a Hewitt, que rompió en el momento preciso y descontó en el marcador global.
El cuarto set se jugó con los dientes apretados, y pareció que Fernando González extraviaba definitivamente el rumbo cuando se enfrascó en una disputa con el juez de silla por un punto que a su juicio le habían restado, pero el incidente no sacó al chileno del partido y la cerrada disputa se mantuvo.
Con la necesidad imperiosa de dar vuelta las acciones, y sin el dominio del encuentro, Hewitt estuvo lejos de ser el jugador que saca de quicio a sus rivales, y sus tradicionales "come on" sólo aparecieron para darse ánimo, pero no para festinar mayormente en un duelo que casi siempre le fue adverso.
González se mantuvo en el partido pese a su bajón en el tercer set, hasta que en el séptimo game consiguió en anhelado quiebre que le permitió desnivelar, para finalmente quedarse con la victoria por 6-4 y cerrar una lucha que se extendió por dos horas y 40 minutos.
El doble medallista olímpico igualó así los octavos de final que alcanzó en 2002, y ahora intentará dar un paso más en la búsqueda de su consagración definitiva cuando enfrente al estadounidense James Blake (5º), quien dejó en el camino a su compatriota Robby Ginepri (52º) con un triunfo por 7-6 (7), 7-5 y 6-2. (Cooperativa.cl)
