Trabajadores de Escondida aseguraron que "falta mucho por negociar"
Tanto representantes del sindicato como los ejecutivos de la empresa retomarán el martes las conversaciones, principalmente respecto al aumento real de las remuneraciones.
Tanto representantes del sindicato como los ejecutivos de la empresa retomarán el martes las conversaciones, principalmente respecto al aumento real de las remuneraciones.
Los trabajadores de la minera chilena Escondida, en huelga desde el pasado lunes, terminaron la noche del sábado intensas conversaciones con la empresa sin abordar el tema económico y decidieron continuarlas el martes, informaron las partes.
"Creo que se mantiene el avance, pero no se puede hablar de bueno o malo porque falta mucho por negociar. Nos volveremos a reunir el martes", afirmó Francisco Aedo, uno de los voceros del sindicato, que representa a más de 2.000 trabajadores.
"Seguimos tratando temas sociales", añadió Pedro Marín, otro vocero de los trabajadores, quien explicó que las conversaciones podrían demorar días antes de alcanzar un nuevo acuerdo para renovar los que vencieron el 2 de agosto.
El viernes, la minera y los trabajadores retomaron las conversaciones después de dos frustrados intentos durante la semana y sólo alcanzaron a tocar cinco puntos de carácter social que contiene el extenso petitorio del sindicato.
El sindicato exige un aumento salarial del 13 por ciento y un bono especial de 16 millones de pesos por trabajador, con cargo al aumento del precio mundial del cobre, que permitió a la empresa multiplicar varias veces sus ganancias.
Además de otras bonificaciones por asignación de zonas y mejoras en los beneficios de salud y educación.
La empresa, propiedad de la australiana BHP-Billiton, ofrece un aumento salarial del tres por ciento, además de bonos y otros beneficios de 11.600.000 pesos (unos 21.481 dólares) por trabajador, propuesta que los trabajadores se niegan.
Desde que comenzó la paralización, los trabajadores han realizado protestas callejeras en Antofagasta, donde está la sede de la empresa, y ocuparon dependencias del edificio corporativo y algunas instalaciones del puerto Coloso, punto de embarque del cobre que produce Escondida.
La empresa, que trata de mantener las operaciones con unos 800 trabajadores no pertenecientes al sindicato o subcontratados, ha señalado que la huelga le ha significado una merma del 60 por ciento en su producción, con unos 16 millones de dólares diarios de pérdidas.
Durante 2005, Escondida obtuvo ganancias por 2.578 millones de dólares, mientras sus ventas sumaron 4.359,8 millones de dólares. (EFE)