El músico neoyorquino presentó un sólido show de una hora y media, en el que cautivó al público con su sobrio carisma y una batería de hits radiales.
Un energético concierto de una hora y media de duración, en el que no dejó afuera sus habituales críticas a George W. Bush, fue el que el músico electrónico Moby ofreció a las cerca de 10.000 personas que repletaron Espacio Riesco la noche del lunes 12 de agosto.
El calvo artista, acompañado de tres músicos y de Laura Down, una corista británica negra que fue ovacionada por el público, se amparó en una batería de hits radiales -que abarcó desde su tradicional sonido electrónico hasta sus actuales melodías más rockeras- para cautivar a un público mayoritariamente joven que se mostró incondicional.
Los encargados de calentar el ambiente en el sobrepoblado Espacio Riesco -y de paso dejar en evidencia la mala acústica del recinto- fueron los integrantes del grupo argentino electropop, de creciente popularidad, Miranda!.
Pese a no ser las estrellas de la noche, los trasandinos no tuvieron dificultades para ganarse al público que coreó gran parte de las pegajosas canciones que interpretaron, entre ellas "Tu profe" y "Yo te diré".
A las 22:28 horas, y tras un receso de unos 40 minutos, el artista norteamericano apareció en escena vestido de negro al igual que el resto de su banda. La canción que abrió la noche a modo de introducción "Weakness" a la que siguió "Find My Baby", ambas de su placa "Play" (1999), la más exitosa de su carrera con nueve millones de copias vendidas.
Moby, a cargo de una de las guitarras de la banda, continuó su presentación con "Raining again", de su disco "Hotel" (2005) y "Natural blues", tema que marcó el primer punto alto en una noche. Más tarde, siguió "Beatiful", una canción de sonido más rockero en la que el estadounidense su puso al micrófono por primera vez durante la jornada.
El músico continuó con su energético show en el repleto recinto capitalino con la interpretación de "Southside", que en su versión original interpreta junto la estadounidense Gwen Stefani, pero que la voz de su corista británica hizo olvidar.
Más tarde fue el turno de "Porcelain", quizas su tema más emblemático, el que los asistentes acompañaron con palmas e improvisadas antorchas con su encendedores.
Otro de los éxitos que Moby desplegó fue "Why does my heart feel so bad?" y luego fue el turno de "We’re all made of stars", de su disco "18", para luego sorprender con unos breves pero intensos riffs de guitarra acompañados con batería.
"Presidente idiota"
Tras interpretar "Bodyrock", que se transformó en una catarsis colectiva de baile, Moby dedicó unos segundos para manifestar –como tradicionalmente lo hace en sus %i%shows%i- su antipatía por el presidente estadounidense, George W. Bush.
"Yo soy neoyorkino, vengo de Estados Unidos -dijo mientras el público comenzó a rechiflar- pero en Estados Unidos hay otro hombre que es muy malo y estúpido", en referencia a Bush. "No me siento orgulloso de tener un presidente idiota", agregó en un fluido castellano, del que se disculpó por no poder hablarlo como quisiera.
Luego correspondió el turno de "Lift me up" con el que puso fin a la presentación. Tras la insistencia del público, el neoyorquino regaló un bis en el que su guitarrista, Guillermo Martínez, interpretó el clásico tema "Break on Through" de The Doors.
Al finalizar la noche, Moby pidió un aplauso para su corista, que en realidad fue la verdadera voz de la noche, a quien el público premió con una larga y contundente ovación. Tras ello sacó unas fotos, convirtió nuevamente el recinto en una fiesta rave y se despidió puntualmente a las 00:00 horas del martes.
Aparte del sonido de baja calidad que ofrece la dependencia de Espacio Riesco dispuesto para el evento (una especie de gimnasio), los asistentes debieron sortear la hazaña que se transformó abandonar la zona donde se emplaza el recinto, cuyo estrecha vía de acceso se vio sobrepasada por la gran cantidad de vehículos. En resumen, un buen show en el que la organización quedó en deuda. (Cooperativa.cl)
