La figura de la prensa de espectáculos salió del recinto penal caminando tal como si lo hiciera por una pasarela, rodeada de decenas de periodistas y cámaras de televisión.
La famosa heredera estadounidense Paris Hilton -cuya familia es dueña de la cadena de hoteles con su apellido- abandonó la cárcel para mujeres donde estaba recluida en Los Angeles pocos minutos después de la medianoche local (07:00 GMT), tras cumplir su condena de 23 días por desacato.
La esbelta joven rubia, encarcelada por incumplir los términos de la libertad provisional impuesta por conducir en estado de ebriedad, vestía jeans, una camiseta blanca debajo de una chaqueta americana verde bordada, con la melena recogida en una trenza y una amplia sonrisa para las docenas de cámaras de televisión que cubrían el acontecimiento.
Ante la esperada presencia de una masa de periodistas, además de los seguidores y detractores de Paris, muchos de ellos con pancartas alabando o criticándola, las autoridades establecieron con vallas un pasillo entre las puertas de la cárcel y la calle, donde esperaba un automóvil de los padres de la ex reclusa.
Por este pasillo París anduvo despacio, contoneando las caderas como si fuera una modelo en la pasarela, hecho reconocido por el reportero de la televisora local KTLA, quien comentó maravillado: "Parece estar en la alfombra roja".
Steve Whitmore, portavoz del sheriff del condado de Los Angeles, Lee Baca, resaltó que Hilton "ha pagado su deuda" y ya no tendrá que volver más a la prisión.
Paris ingresó en la cárcel para mujeres de Lynnwood a última ahora del 3 de junio, después de asistir a la ceremonia de los premios de cine de la cadena MTV.
El día 7 de junio, poco más de 96 horas más tarde, fue excarcelada y enviada a su casa para cumplir el resto de la sentencia bajo arresto domiciliario.
Esta muy controvertida decisión del sheriff Baca, quien adujo "una condición médica" de Paris, fue anulada dos días después por un juez, quien ordenó su regreso a la cárcel, medida que produjo un ataque de nervios en la ex protagonista del programa de televisión "The Simple Life".
Pese a la orden, Paris acudió primero a la sección hospitalaria de una cárcel en el centro de Los Angeles, donde pasó cinco días antes de volver a su celda en Lynnwood.
Durante la estancia en hospital, Paris pudo aprovechar el régimen más flexible para hacer una llamada a la conocida presentadora Barbara Walters, en que reconoció que a sus 26 años ya no quería "hacerse la tonta".
Paris continuará en libertad provisional hasta marzo de 2009, siempre que no vuelva a reincidir. El tiempo de libertad provisional se puede reducir en hasta 12 meses a cambio de prestar "servicios a la comunidad".
De hecho, se conjetura que Paris podría grabar un anuncio para la televisión para advertir de los peligros de conducir bajo la influencia de alcohol o drogas. (EFE)
