Cinco niños y una mujer miembros de la misma familia fallecieron por la explosión de una bomba escondida en casa de un comandante talibán en la provincia de Paktika, en el este de Afganistán.
La explosión se produjo ayer en la casa del comandante talibán Abdullah en el distrito de Mata Khan y en ella resultó herida otra mujer, dijo un portavoz del Gobierno local, Mukhlis Afghan, a la agencia afgana AIP.
"Los compañeros de Abdullah fabricaron la bomba y la escondieron en su casa. Planeaban colocarla en una carretera para golpear a las fuerzas de seguridad, pero los niños la encontraron", afirmó Afghan.
Casi doce años después de la invasión estadounidense que propició la caída del régimen integrista talibán en Afganistán, el conflicto se halla en uno de los momentos más sangrientos para los afganos, y la violencia afecta sobre todo a los civiles.
El número de civiles muertos o heridos se situó en 2.499 personas muertas o heridas en los cinco primeros meses de 2013, un aumento del 24 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, según la misión civil de la ONU en Afganistán (UNAMA).