Las intensas precipitaciones caídas sobre el país africano ocasionaron la destrucción de unas 10.300 casas, además de campos agrícolas, puentes y recintos asistenciales.
Al menos 114 personas murieron y unas 28.500 familias se quedaron sin casa a consecuencia de las fuertes lluvias los últimos días en Angola, según informó este miércoles el ministro de Asistencia y Reinserción Social, Baptista Kussumua.
El balance de las precipitaciones se hizo la noche del pasado martes en una sesión parlamentaria en la capital, Luanda, que se dedicó especialmente a esta cuestión y también a dar apoyo a las víctimas.
Las fuertes lluvias se hicieron notar en la Luanda, donde ocasionaron la destrucción de unas 10.300 casas, 38 puentes, 137 recintos asistenciales y unos 5.300 campos agrícolas.
El ministro valoró los daños producidos en unos 85 millones de dólares (más de 46.000 millones de pesos), aunque las autoridades angoleñas disponen de sólo unos 10 millones de dólares para ayudar a los damnificados y restablecer las infraestructuras destruidas.
"El Gobierno ha aprobado un plan de emergencia para minimizar los daños causados", explicó Kussumua.
En la localidad de Cazombo, en tanto, más de 5.000 familias se quedaron aisladas como consecuencia de las crecidas del río Zambeze.
Las autoridades se vieron obligadas a instalar un puente aéreo, con la ayuda de dos helicópteros, para evacuar a las víctimas.
