La mayoría de las víctimas fatales son mujeres y niños.
El vocera de las Fuerzas Armadas, Guillaume Ngike Kaiko, señaló que no disponía información sobre el hecho.
El ataque ocurrió en una zona donde existen 120 grupos rebeldes, según el Barómetro de la Seguridad de Kivu.
Al menos quince personas, la mayoría mujeres y niños, murieron la pasada noche por la explosión de una bomba abandonada en una aldea del noreste de la República Democrática del Congo (RDC), informó hoy a EFE un líder de la sociedad civil local.
El suceso ocurrió sobre las 20.00 hora local (15:00 horas en Chile) en Kyangitsi, aldea del territorio de Masisi, ubicado en la provincia de Kivu del Norte, una zona de conflicto entre el Ejército congoleño y grupos rebeldes armados, declaró a dicho medio por teléfono el relator general de la sociedad civil de Masisi, Télesphore Mithondeke.
"Se trataba de una bomba abandonada encontrada en una palmera aceitera. Fueron los niños que jugaban quienes la descubrieron y alertaron a los adultos. Al no saber cómo manejarlo, el artefacto explotó y provocó doce muertos y heridos en el lugar. Otras tres personas sucumbieron a sus heridas", explicó Mithondeke.
"Eso nos deja actualmente con quince muertos y dos heridos, que fueron trasladados de urgencia al centro de salud de Mahya", una localidad vecina, indicó el relator.
Mithondeke admitió que esta zona se encuentra bajo el control del Ejército regular, pero está sembrada de artefactos explosivos por la presencia de grupos armados en los alrededores y los combates que se desarrollan en áreas próximas.
De momento, nadie en Kyangitsi sabe de dónde vino y quién colocó esta bomba en la palma aceitera.
Mediante una llamada telefónica, el portavoz de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (Fardc), coronel Guillaume Ngike Kaiko, dijo que no disponía de información sobre la explosión.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en la RDC (Monusco), con unos 16.000 uniformados sobre el terreno.
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, de acuerdo con el Barómetro de la Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), el extremo oriental del país africano es el campo de batalla de unos 120 grupos rebeldes.
