Su embajador en Honduras se reunió con el depuesto presidente en Managua, Nicaragua.
Reiteró que sigue en el proceso de mediación de Oscar Arias.
El nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, acusó a EE.UU. de "intromisión" por la reunión, efectuada el jueves en Managua, de su embajador en Tegucigalpa con el gobernante depuesto Manuel Zelaya, a quien pidió que no siga de "guerrillero".
Micheletti continúa su ofensiva contra Zelaya.
Zelaya dijo a la prensa en Managua que el embajador de EE.UU. en Honduras, Hugo Llorens, le reafirmó que su país rechaza el golpe de Estado en su contra, no reconoce a las nuevas autoridades hondureñas y "recrudecerá" sus acciones contra el Gobierno de Micheletti.
Micheletti dijo que, de ser cierta la cita, "es una intromisión, por lo cual el señor embajador está cometiendo un grave error si está haciendo eso; pero si no, no deja de ser más que un comentario", asegurando que el gobierno de EE.UU. le ha enviado más de 100 pasaportes.
Micheletti reafirmó que sigue en el proceso de mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, y ratificó su petición de que éste envíe una misión a Honduras para ampliar el diálogo con sectores locales, así como su rechazo a la reinstalación de Zelaya.
Si Zelaya "quiere venir a tomar posesión del Gobierno, bajo ninguna circunstancia", pero "si él quiere ir a los tribunales, bienvenido, porque allí lo están esperando", pues tiene pendientes varias acusaciones y una orden de captura, manifestó Micheletti.
"Pero si él (...) se sale de esa montaña donde está haciendo de guerrillero, y él viene aquí y se presenta (a la justicia) o no sigue con estas cosas, entonces yo con gusto" renuncio para que una tercera persona ocupe la Presidencia, enfatizó.
