Según el nuevo mandatario hondureño, el retorno del depuesto presidente afectará la paz del país.
Aunque precisó que sería recibido "con todo cariño", reiteró que el destituido gobernante será detenido.
 |
| Zelaya está en El Salvador. (Foto: EFE) |
El nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, afirmó que prefiere que el depuesto gobernante Manuel Zelaya no regrese al país, como ha anunciado para este fin de semana, para evitar un derramamiento de sangre.
"Para la tranquilidad y la paz del país, yo preferiría que él no entrara, para la paz y la calma; yo no quiero que haya una gota de sangre derramada por nuestro país", expresó Micheletti en una conferencia de prensa en la Casa Presidencial.
Zelaya anunció que regresará a Honduras, con el respaldo de la comunidad internacional y acompañado de dignatarios y amigos, después de haber sido derrocado el domingo por los militares y llevado a Costa Rica, tras lo cual el Parlamento eligió en su lugar a Micheletti.
A quienes acompañen al presidente depuesto "los vamos a recibir con todo cariño, a él también, porque es hermano, pero él tiene algunos delitos que tiene que pagar ante la justicia", por lo que será detenido, reiteró el nuevo mandatario.
El Ministerio Público acusa a Zelaya de cuatro delitos relacionados con una consulta mediante la cual pretendía instalar una Asamblea Constituyente y que fue declarada ilegal por diversos órganos del Estado, pero que quedó frustrada por su derrocamiento.
Zelaya llegó el jueves a El Salvador, procedente de Panamá, donde el miércoles asistió a la toma de posesión del nuevo presidente de ese país, Ricardo Martinelli.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llegará el sábado a Tegucigalpa para reunirse con las autoridades del Poder Judicial y del Ministerio Público y dialogar sobre la crisis que vive el país.
