El Parlamento argentino comenzó a debatir el proyecto de ley que impulsa el Gobierno para limitar la venta de tierras a extranjeros, una iniciativa inspirada en legislaciones de otros países que cosecha el respaldo de varios partidos, aunque algunos de sus puntos también despiertan polémica.
En una reunión convocada por la Comisión de Legislación General, varios diputados analizaron durante unas cuatro horas el proyecto presentado por el Gobierno de Cristina Fernández y otras iniciativas que también proponen limitaciones en la venta de tierras.
Los legisladores acordaron convocar para la semana próxima a un plenario de las tres comisiones parlamentarias que intervienen en el tema con la intención de emitir dictamen del proyecto, paso que habilita la discusión en el recinto del Congreso.
El proyecto enviado al Parlamento dispone un límite del 20 por ciento de las tierras bajo propiedad extranjera y un plazo de 180 días para que se haga un catastro en todo el país para formar un registro único, ya que se desconoce qué proporción del territorio está bajo dominio foráneo.
Tierras en manos foráneas
A inicios del siglo XX, unas 7 millones de hectáreas estaban en manos de extranjeros en Argentina, pero esa cifra se elevó desde entonces hasta unos 20 millones de hectáreas, según cálculos de la Federación Agraria Argentina.
El mayor terrateniente extranjero en Argentina es la familia italiana Benetton, dueña de unas 900.000 hectáreas, en su mayoría en la Patagonia (sur) y dedicadas a la producción lanar para su imperio textil.
Actualmente, la única norma que limita la posesión de tierras por parte de extranjeros es un decreto de 1944 que restringe las adquisiciones en áreas de frontera y zonas clave para la seguridad nacional, una norma que no se cumple, según la Federación Agraria y dirigentes de varios partidos políticos.