Mujer detenida en dictadura reveló que tuvo una hija con represor argentino
María Mercedes Orlando, arrestada en 1976, fue contactada tras su liberación por el suboficial Santiago Cruciani.
Tras una relación de un año, el uniformado la abandonó.
María Mercedes Orlando, arrestada en 1976, fue contactada tras su liberación por el suboficial Santiago Cruciani.
Tras una relación de un año, el uniformado la abandonó.
Una mujer que fue detenida en forma ilegal durante la dictadura argentina (1976-1983) reveló, en un juicio que se sigue por delitos de lesa humanidad cometidos en la ciudad de Bahía Blanca, que tuvo una hija con uno de sus captores como resultado de una relación mantenida luego de su cautiverio.
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| Cruciani murió en prisión en 2007 tras haber sido juzgado por delitos de lesa humanidad cometidos en la ciudad de Bahía Blanca. |
María Mercedes Orlando, una asistente social ya jubilada que trabajaba en aquel momento en un barrio humilde de la zona, contó esta semana ante el tribunal que fue secuestrada el 21 de mayo de 1976 por un grupo de personas que ingresó a su casa de ese distrito bonaerense, y luego trasladada al centro de detención clandestino conocido como "La Escuelita".
"Al llegar me ataron al elástico de una cama, con los ojos vendados y a partir de ese momento comenzaron los interrogatorios. Había una persona que seguía el relato que yo decía y me creía, tenía una voz especial, muy grave, distinta y me pedía detalles de mi familia", relató la mujer. "(Ese hombre) parecía tener ascendiente sobre el resto y cuando me iban a aplicar picana eléctrica, él intercedía para evitarlo", detalló la sobreviviente.
"Enviaba cartas y me las devolvían"Orlando relató que tras ser liberada, el hombre comenzó a llamarla por teléfono desde la oficina de inteligencia en la que trabajaba, presentándose como Mario Manzini: "Estaba aterrorizada y él me decía que no tuviera miedo, que me iba a apoyar", dijo la mujer, que admitió haber tenido una relación amorosa durante casi un año con el hombre, al que vio por última vez en la Navidad de 1977.
"Tuve una hija con Manzini y en 1978 él se fue a Perú y yo le enviaba cartas y me las devolvían, desconociendo al remitente" porque el nombre en realidad era falso, señaló la mujer.
El verdadero nombre del sujeto era Santiago Cruciani, suboficial del Ejército que participaba de las torturas en "La Escuelita". En 2006 fue detenido en la ciudad de Mar del Plata por su participación en delitos de lesa humanidad y al año siguiente murió en la cárcel.
La represión ilegal desatada por la dictadura argentina causó la desaparición de 30.000 personas, según coinciden el Gobierno y organismos humanitarios, actuales querellantes en numerosos procesos por violaciones a los derechos humanos que se instruyen en tribunales de todo el país.