El gobernador de la provincia argentina de Río Negro, Miguel Saiz, decidió el sábado el traslado de la comisaría 28 de Bariloche, algunos de cuyos policías estuvieron involucrados el jueves pasado en la muerte de tres jóvenes en medio de enfrentamientos.
La decisión fue confirmada por la secretaria provincial de derechos humanos, Gladis Cofré, quien explicó que esto respondió a las peticiones de entidades sociales y de Sandro Bonefoi, el propio padre de uno de los adolescentes muertos, Diego Bonefoi, de 15 años, cuya familia vive en las cercanías de la repartición policial.
El gobernador Saiz lamentó la muerte de los tres jóvenes y aseguró que su intención es que no haya "impunidad de ningún tipo", por cuanto se está prestando todo el apoyo a la Justicia. Sin embargo, salió en defensa de la Policía al señalar que "no se puede juzgar a una institución por el delito que pueda haber cometido uno de sus miembros".
"Esta es una situación muy dolorosa. La muerte de un chico de 15 años que nos duele a todos, como así también las muertes de las otras dos personas cuyas circunstancias del fallecimiento están siendo motivo de una exhaustiva investigación", remarcó Saiz en una entrevista concedida al portal ANBariloche.
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| Los efectivos sindicados como responsables de los decesos fueron separados de sus funciones. (Foto: Anbariloche.com.ar) |
Los hechos en cuestión
Los hechos en cuestión se registraron el día jueves, cuando en un confuso incidente, Sandro Bonefoi, de 15 años, recibió un balazo en la cabeza. Esto provocó la ira de vecinos del barrio en el que vivía el joven, que se movilizaron hacia la citada comisaría y atacaron con piedras la fachada de la sede policial.
La policía sumó efectivos para vigilar la comisaría y se enzarzó hasta la madrugada del viernes en violentos enfrentamientos con los manifestantes. En los disturbios murieron Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco, de 28 y 16 años, respectivamente, mientras que otras 12 personas resultaron heridas.