El Mandatario rechazó las críticas respecto a eventual fracaso de sus políticas económicas.
Reiteró que el aumento del valor del combustible se debe al contrabando.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó este martes que mantendrá la subida de precios de los carburantes, tras el fracaso de la huelga de los choferes que pedía su anulación, mientras la Central Obrera Boliviana convocó para esta semana a una "movilización permanente".
En un discurso pronunciado en el pueblo andino de Puerto Acosta, Morales aseguró el martes que el aumento no puede ser llamado "gasolinazo", como dicen varios sectores, sino que se trata de una "nivelación" del precio de los combustibles en Bolivia respecto a los países vecinos, donde continúa siendo un poco más alto.
Morales también rechazó que la medida se deba al "fracaso" de su política económica y de la nacionalización petrolera decretada hace cuatro años, tal como han criticado opositores y analistas.
"Algunos opositores dicen que la política (económica) de Evo Morales ha fracasado y por eso está subiendo el combustible. No. Lo estamos haciendo para que la gasolina no se vaya afuera", sostuvo.
Dijo que se vio "obligado" a tomar la decisión porque cada año su país pierde 150 millones de dólares por contrabando de carburantes hacia Argentina, Brasil y Perú, pero además porque su bajo coste era un desincentivo para la producción de combustibles líquidos.
Desde hace siete años, el precio del barril de petróleo tenía un costo en Bolivia de 27 dólares, menos de un tercio del actual valor internacional, pero el Gobierno también decidió subir el coste a 59 dólares, informó la Cámara de Hidrocarburos.
El precio de los principales combustibles subió entre un 57 y un 82 por ciento, lo que derivó en que los transportistas apliquen por su cuenta una subida de tarifas de entre 50 y 100 por ciento, mientras que la Autoridad de Transportes autorizó sólo un 30 por ciento de aumento.
Los sindicatos de choferes abandonaron hoy la huelga general e indefinida que habían iniciado el lunes, pero una asamblea de su confederación determinó hacer un nuevo llamado a un paro para el jueves, en apoyo a las juntas vecinales que se movilizarán ese día.
