Un portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores aseguró que los tibetanos viven felices y no sufren represión, ante las preguntas formuladas por los periodistas sobre la represión que sufren los tibetanos y que denuncian los medios internacionales acreditados en el país asiático.
"T
anto si les gusta como si no, el Tíbet ha experimentado un continuo progreso social y económico, los tibetanos viven una vida feliz y es un hecho innegable que los grupos étnicos viven en unidad", aseguró el portavoz de turno de la cancillería china, Qin Gang, a raíz de las noticias que indican el caso contrario.
Sin embargo, Beijing sigue sin permitir el acceso libre a la región a los medios extranjeros y a los observadores internacionales que lo han solicitado, incluidos los relatores para la tortura y para las minorías étnicas de la ONU, por lo que es difícil verificar las aseveraciones del régimen chino, que se anexionó la región de forma definitiva en 1949.
Preguntado acerca de cuándo se levantarán dichas restricciones, el funcionario chino eludió responder exigiendo a los periodistas que "mientras vivan y trabajen en China cumplan con las leyes locales", y que "cubran los hechos en lugar de explicar sus ilusiones".
Grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional, así como el gobierno tibetano en el exilio en Dharamsala (India), aseguran que el régimen chino reprime a la etnia tibetana, mediante una política que también provocó que otra gran minoría étnica, la uigur, se rebelara el año pasado en un conflicto que causó casi 200 muertos.
Incluso el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, de visita en China, expresó esta semana su preocupación por la situación de los derechos humanos en la región del Himalaya.