La Casa Blanca acusó que la organización -dependiente de la ONU- tiene un "sesgo anti-israelí".
Ésta señaló que lamenta "profundamente" la decisión de Washington.
En junio Trump resolvió retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, causando impacto y recelo a nivel mundial.
El Gobierno de Donald Trump anunció este jueves su decisión de retirar a Estados Unidos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El Departamento de Estado indicó, en un comunicado, que Washington no tomó esta resolución "ligeramente", y que la misma apunta a "la necesidad de reformas fundamentales en la organización", a la que le atribuyó un "sesgo anti-israelí".
La nota está firmada por la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, y agrega que el deseo de Washington es establecer una misión permanente como país "observador" ante Unesco.
La Casa Blanca desea "aportar opiniones, perspectivas y conocimientos especializados" sobre cuestiones como "la protección del patrimonio mundial, abogando por la libertad de prensa y promoviendo la colaboración científica y la educación", se indica.
Nauert agrega que la retirada de Estados Unidos de la Unesco entrará en vigor el 31 de diciembre de 2018, en cumplimiento de los estatutos del organismo.
"Profundamente lamentable"
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, confirmó en otro comunicado haber sido notificada por el secretario de Estado, Rex Tillerson, sobre la decisión, que lamentó "profundamente" y consideró "una pérdida para el multilateralismo".
"En el momento en que la lucha contra el extremismo violento pide una inversión renovada en educación y en diálogo intercultural para prevenir el odio, es profundamente lamentable que Estados Unidos se retire de la agencia de Naciones Unidas que se ocupa de estos asuntos", consideró Bokova.
Bokova -que dejará el cargo en noviembre y cuyo sucesor se elige estos días en el Consejo Ejecutivo de la Unesco- dijo que el retiro estadounidense es "una pérdida para la Unesco, una pérdida para la familia de Naciones Unidas y una pérdida para el multilateralismo".
No obstante, señaló que la misión del organismo que ha encabezado ocho años "no ha terminado", y que éste continuará con su trabajo "para construir un siglo XXI más justo, pacífico y equitativo", para lo que se necesita "el liderazgo de todos los Estados".
La búlgara recordó además que en 2011, cuando Estados Unidos anunció la suspensión de su contribución económica tras aceptarse la entrada de Palestina en la organización, ella ya expresó su convicción de que "nunca la Unesco había sido tan importante para Estados Unidos ni Estados Unidos para la Unesco".
Acotó que durante los ocho años de su mandato, pese a la congelación de los fondos, se profundizó "la asociación entre Estados Unidos y la Unesco, que nunca había sido tan fuerte".
