Antecedentes preliminares señalan que Austin Eubanks (37) falleció debido a su adicción a las drogas.
"Perdió la batalla por la misma enfermedad con la que tanto luchó para ayudar a otros a enfrentarla", señaló la familia.
Uno de los sobrevivientes de la masacre en la escuela de Columbine, en la que dos estudiantes asesinaron a doce de sus compañeros y a un maestro antes de quitarse la vida en 1999, fue encontrado muerto ayer sábado.
Austin Eubanks, de 37 años, y quien se había convertido en activista contra las adicciones, fue hallado sin vida en su casa el sábado durante una inspección, después de que no contestara su teléfono.
Eubanks, quien al momento del tiroteo tenía 17 años, combatió su propia adicción a los opioides, que desarrolló tras el tratamiento que recibió para recuperarse de las heridas que sufrió en una mano y en la rodilla en medio de la masacre.
El joven, que se encontraba en la biblioteca de la escuela, perdió en ese entonces a su mejor amigo.
Una mortal adicción
La familia señaló en una declaración difundida por los medios que Eubanks "perdió la batalla por la misma enfermedad con la que tanto luchó para ayudar a otros a enfrentarla".
"Ayudar a construir una comunidad de apoyo es lo que más significaba para Austin y planeamos continuar su trabajo", indicaron sus parientes.
El 20 de abril de 1999, los estudiantes Eric Harris y Dylan Klebold asesinaron a 12 de sus compañeros y a un profesor antes de suicidarse en la escuela Columbie, en Colorado.
Desde la matanza de Columbine se han registrado más de 230 tiroteos en escuelas de Estados Unidos, con 143 muertos y 294 heridos, según un reporte de The Washington Post.
