Finalmente, la Bolsa de Nueva York cerró con una pérdida de 3,2 por ciento.
El desplome pudo generarse por un error de un inversor que confundió millones con billones.
La crisis griega, que mantiene una latente amenaza para los mercados bursátiles, Wall Street vivió este jueves una jornada compleja.
Esto porque la Bolsa de Nueva York se desplomó un nueve por ciento, aunque sólo duró un momento pues el Dow Jones comenzó a recuperarse para cerrar finalmente con un 3,2 por ciento de pérdida.
El desplome del mercado neoyorquino llegó a ser el mayor desde el "crash" del año 1987, superior incluso a las pérdidas que sufrió el índice Dow Jones tras la quiebra del mítico banco de inversión Lehman Brothers, que dio lugar a la mayor crisis financiera desde el año 1929 y que aún son patentes sus consecuencias.
Las causas de este hecho se encuentran en fase de investigación, aunque la mayoría de los analistas apuntan a que el momentáneo desplome podría haber comenzado por el error de un broker al ejecutar una orden de venta de acciones de la multinacional de bienes de consumo Procter&Gamble, las cuales perdieron de inmediato un 37 por ciento de valor.
El inversor, según aseguraron las mismas fuentes, podría haber confundido una orden de venta de millones por otra de billones. Otros expertos apuntan a que la "macro operación" de órdenes de ventas de futuros para deshacer posiciones podría haber sido premeditada.
