Según la candidata socialista al Elíseo, el conservador Nicolas Sarkozy podría generar "tensiones muy fuertes en el país" si llega al poder.
La aspirante socialista a la presidencia francesa, Ségolène Royal, aprovechó este vierners el último día de campaña electoral para advertir a la ciudadanía sobre el "riesgo" de elegir a su rival, Nicolas Sarkozy, al que calificó como el candidato "de la derecha dura".
En declaraciones a la emisora RTL, Royal se mostró convencida de que la elección de Sarkozy como jefe de Estado, este domingo, traerá consigo "tensiones muy fuertes en el país".
Las palabras de la candidata socialista, a la que todas las encuestas dan por perdedora en los comicios, están dirigidas sobre todo a los votantes indecisos en los que la figura de Sarkozy causa rechazo o temor.
"Es una candidatura peligrosa. Por eso pido a los electores que reflexionen", afirmó Royal, quien subrayó que asume la responsabilidad de "lanzar la alarma" sobre las características de su contrincante, que pueden "desencadenar violencia y brutalidad en el país".
La dirigenta puso como ejemplo que el antiguo ministro del Interior "sólo puede ir a los barrios populares protegido por centenares de policías".
También avisó acerca de que el candidato conservador está vinculado "a los poderes mediáticos y financieros", por lo que su elección supondrá "una concentración de poderes".
Royal volvió a tender la mano a los casi siete millones de electores que en la primera vuelta respaldaron al eliminado aspirante centrista François Bayrou, y expresó que reconoce en ellos algunos de sus valores.
Ségolène Royal también concedió una entrevista al rotativo Le Parisien, en la que asegura que, si es elegida presidenta, se apoyará "en la mayoría más amplia posible" de franceses, con el objetivo de acabar con la situación de "enfrentamiento de bloques" en la que ve ahora la política de su país.
Por ello, manifestó que si gana los comicios la hipótesis más probable es que nombre a un primer ministro del Partido Socialista, aunque matizó que no se cierra a otras opciones y pidió a los franceses que tengan confianza en ella, "porque sus intereses serán bien defendidos". (EFE)
