El más sangriento de los atentados, ocurridos en las últimas 48 horas, fue el asesinato de una familia al sureste de Bagdad.
Durante este fin de semana murieron cerca de 43 personas y otras 66 resultaron heridas en distintos ataques perpetrado en Irak, donde también aparecieron los cadáveres de otros 51 iraquíes.
Además, el Ejército estadounidense anunció este domingo que cinco de sus soldados fallecieron en los dos últimos días en tres atentados.
El ataque más sangriento fue cometido este domingo en una aldea de Al Sawira al sureste de Bagdad, donde un grupo de hombres armados mató a tiros a 10 miembros de una familia, siete de ellos mujeres.
Otras cinco personas, de una familia sunita, perdieron la vida cuando varios hombres armados irrumpieron en su casa y les dispararon en la ciudad de Mosul, a 400 kilómetros de la capital.
Además, cinco personas murieron y más de 50 resultaron heridas en una serie de atentados con auto bomba en distintas zonas de la ciudad de Kirkuk, a 225 kilómetro de Bagdad.
De acuerdo a la declaración de un comandante de la policía iraquí, el estallido de otro vehículo cargado de explosivos en el barrio de Al Muallem, al sur de Kirkuk, acabó con la vida de otros dos civiles e hirió a 30 personas, entre ellas seis agentes.
Asimismo, el convoy de la viceministra de Interior para Asuntos Financieros, Hala Shaker, fue atacado con dos artefactos explosivos que estallaron de manera simultánea a su paso por la calle, lo que dejó cinco iraquíes muertos y cinco lesionados.
Los nuevos actos de la violencia se registraron el mismo día en que la policía iraquí anunció el hallazgo de 26 cadáveres en la localidad de Balad, con lo que aumenta a 51 el total de cuerpos encontrados este fin de semana. (EFE)
